El rector de la USAL insiste en la urgencia de rejuvenecer la plantilla, recuperar financiación y titulaciones

El Claustro universitario celebró este pasado miércoles una nueva sesión ordinaria en la que, entre otros puntos, se procedió a la elección de nuevos miembros de la Unidad de Igualdad y de las comisiones Económico-Administrativa, de Relaciones Institucionales y de Seguimiento del Programa de Evaluación de la Calidad.

La sesión, presidida por el rector Daniel Hernández, comenzó con una mención especial para los nuevos miembros del equipo de gobierno de la USAL. En concreto por Carmen Fernández Juncal, que dirigirá el Centro Internacional de Referencia del Español, y Rosario Martín Ruano, que pasará a estar al frente del Vicerrectorado de Docencia de la institución académica.

El envejecimiento progresivo de la plantilla de la USAL fue una de las primeras cuestiones que vio la luz. Con una media de cuarenta y ocho años y medio, el rector pidió abiertamente la eliminación de la tasa de reposición ya que a su juicio “va en contra de la excelencia y competitividad de las universidades públicas”. No obstante, Hernández valoró positivamente que la tasa al menos haya sido del 100% permitiendo nuevas incorporaciones en el marco de la continuidad de los programas de estabilización y promoción.

Por otro lado, y atendiendo a la coyuntura política del país, Daniel Hernández lamentó que la Universidad de Salamanca tenga que trabajar con unos presupuestos prorrogados y no con unos específicos que permitan a la institución dar vía libre a todos sus proyectos. En materia económica, en suma, destacó ante el Claustro la posesión de unas cuentas saneadas, en parte, por la cancelación de la deuda histórica de 43 millones de euros con la que se encontró al inicio de su mandato. Por otro lado, recordó la necesidad de recuperar una financiación que se encuentre en los valores de 2008.

Las voces más críticas animaron al equipo de gobierno de la Universidad a defenderla sin límites. Sobre todo frente a la universidad privada, asegurando que “poco a poco” va ganando terreno a la pública apropiándose de titulaciones con una calidad en entredicho “pasando por filtros dudosos”. En relación a esto último se puso como ejemplo lo sucedido con la Escuela de Policía de Ávila, habiéndose entregado la docencia a la Universidad Católica de Ávila en detrimento de la institución salmantina después de años ocupándose esta última. El rector ya ha manifestado su intención de luchar por la recuperación de esa empresa para la USAL y que la Escuela pase a formar como centro adscrito a la misma.