La red de saneamiento de Zamora, un “efecto embudo” que colapsa con cada tormenta

Plazas, calles, garajes y viviendas inundadas tras la fuerte tromba de agua del pasado domingo. Las denuncias por el deficiente estado de la red de colectores y los vertidos al río se acumulan desde hace más de dos décadas sin una solución definitiva.

Puente sobre arroyo en Camino Gijón
Puente sobre arroyo en Camino Gijón

La ciudad de Zamora vivió el pasado domingo 4 de mayo un nuevo episodio de inundaciones tras la caída de 30 litros de agua por metro cuadrado en apenas una hora. Una tromba intensa que dejó en evidencia, una vez más, la incapacidad del sistema de alcantarillado para absorber y evacuar el agua de forma eficiente.

La rotonda de la estación de tren volvió a ser el epicentro del caos, con charcos intransitables que afectaron al tráfico y a los viajeros. Pero no fue la única zona afectada: los vecinos de Pinilla y de la calle Ignacio Gazapo, junto al Puente de Piedra, también denunciaron anegamientos en garajes y viviendas.

Desde el Ayuntamiento se baraja como solución la construcción de un “tanque de tormentas” subterráneo para evitar el embalsamiento en la glorieta de la estación. Sin embargo, desde la Asociación Vecinal de Olivares se advierte que el problema es más profundo y estructural, y afecta a toda la red de colectores de la ciudad.

 Una red obsoleta y mal configurada

Según la AV de Olivares, los tres colectores principales —los de la carretera de la Estación, la margen derecha e izquierda del Duero— confluyen en un mismo punto: el parque de Olivares, generando un “efecto embudo” que colapsa el sistema en cada episodio de lluvia intensa.

Vertidos de aguas fecales al río, rebosamientos en arquetas y fugas en la red son fenómenos que, según denuncian, se repiten desde hace más de 20 años. A lo largo de este tiempo se han acumulado sanciones, denuncias al SEPRONA, la CHD y la Junta de Castilla y León, y se han realizado intervenciones parciales con escaso resultado: “parches sobre parches”, apuntan.

 Vertidos al Arroyo de Valorio y fugas subterráneas

Uno de los puntos más sensibles es el Arroyo de Valorio, donde los vecinos han documentado cómo, tras lluvias intensas, los aliviaderos vierten aguas fecales directamente al cauce, provocando desbordamientos y contaminación.

Además, se ha detectado que el colector bajo el arroyo presenta grietas, por las que se filtra parte del escaso caudal, impidiendo que el agua fluya hasta su desembocadura. Esta situación ha sido alertada incluso durante los trabajos del programa municipal RenaturaliZA, sin que se hayan propuesto soluciones específicas.

 Una propuesta que sigue sin respuesta

La AV de Olivares propone desde hace años una alternativa: desviar directamente el colector que viene de Villalpando y Obispo Nieto hacia la EDAR por la carretera de Almaraz, evitando su paso por Olivares y reduciendo así la presión sobre la red actual. Una solución que, aseguran, ya se contempló en los planes originales de la depuradora, pero que nunca se ejecutó ni ha sido respondida desde el Consistorio.

Desde la asociación exigen al Ayuntamiento que elabore un estudio técnico riguroso sobre el estado real de la red de saneamiento de la ciudad y se busquen soluciones estructurales, recordando que existen fondos europeos disponibles para este tipo de infraestructuras.

“No se puede seguir ignorando este problema en pleno siglo XXI. No es puntual, es estructural. Y las consecuencias las pagan el río y los vecinos”, concluyen desde la AV de Olivares.

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