La ‘resaca’ de un apagón sin precedentes en Zamora
Incertidumbre y desconcierto, junto al parón de muchos sectores e incidencias marcaron la jornada del lunes
El último lunes de abril se iniciaba en Zamora con una jornada primaveral, soleada y agradable, en la que ni por asomo nadie imaginaba lo que estaba por llegar. Todos los ciudadanos regresaban a la rutina tras el fin de semana hasta que esta se veía interrumpida pasadas las doce y media del mediodía por un apagón que, según comenzaban a pasar los minutos, empezaba a generar, principalmente, desconcierto e incertidumbre.
Al inicio, la mayor parte de la gente pensaba que el apagón únicamente se había producido en el edificio o lugar en el que se encontraba, pero poco después comenzaban a llegar las primeras informaciones en las que ya se avanzaba que se trataba de una situación de alcance nacional, e incluso internacional, puesto que afectaba también a Portugal.
Los comercios comenzaban a cerrar sus puertas ante la imposibilidad de atender a la clientela, puesto que muchas de las acciones que se realizan están informatizadas; los parkings cerraban; las gasolineras no podían surtir combustible; y los servicios de emergencia se movilizaban ante numerosas incidencias, muchas de ellas ante personas que habían quedado encerradas en ascensores y situaciones similares.
También el tráfico comenzaba a sufrir las primeras consecuencias ante la falta de semáforos, si bien los agentes se ponían manos a la obra de forma inmediata para evitar mayores consecuencias.
Pasaba el tiempo y algunos ciudadanos precavidos, ante el desconocimiento de lo que iba a ocurrir, comenzaban a hacer acopio en los supermercados que permanecían abiertos, mientras que comenzaban a aparecer algunas informaciones que daban un pequeño respiro y que señalaban que los hospitales mantenían la actividad esencial y de urgencias a través de sus equipos electrógenos.
La situación caótica e inesperada comenzó a revertirse dos horas y media después en Zamora capital, cuando en algunas zonas se comenzó a recuperar el suministro, aunque no en su totalidad, así como en algunas localidades que iban regresando a la normalidad paulatinamente. No obstante, aún se produjo algún corte momentáneo y la normalidad aún no se recuperaba por completo.
En torno a las 18:45 de la tarde, Ángel Blanco, Francisco Guarido y Javier Faúndez comparecían para informar sobre la estrecha colaboración institucional que se había mantenido desde el apagón. En su intervención, apuntaban hacia el tren detenido a la altura de Valdefinjas como la incidencia de mayor gravedad, con hasta 486 pasajeros atendidos y reubicados en autobuses. Guarido apuntaba que en Zamora "hemos tenido suerte dentro de la desgracia".
La solidaridad, tanto de zamoranos como de la entidad Cruz Roja, fue el buque insignia a partir de las nueve de la noche cuando se procedió a atender a centenares de personas que se quedaron en la estación de tren debido a que los transportes se vieron también afectados.
Fue entonces cuando IFEZA volvió a convertirse en centro neurálgico de ayuda con el montaje exprés de un albergue para los damnificados por el apagón en materia de transporte.
Cabe resaltar que el Centro de Emergencias del 1-1-2 atendió hasta 75 emergencias en Zamora entre las 12:30 y las 20:00 horas.
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