Los abundantes excrementos de los pájaros constituyen un problema de salud pública, ya que quedaban depositados en los alféizares de las ventanas y en la acera, y para la propia fachada del edificio que, de esta forma, se minimiza durante un tiempo, ya que esas aves tienden a anidar en la época de cría en los mismos lugares y, "cuando la próxima vez se encuentren con que no está el nido, más de la mitad se irán a otra parte", según explica un operario a zamora24horas.
Los trabajadores, ayudados por un elevador, trabajaron durante varias horas para retirar los nidos de barro.