La leyenda continúa y como cada año, cuando comienza enero, los famosos ‘pingüinos’ desafían las bajas temperaturas y realizan su concentración motera, la más famosa de Castilla y León y una de las más populares de España.
En la trastienda, un equipo humano trabaja durante el año para coordinar el evento y que todo salga a la perfección; es la intendencia y el corazón; el alma, el pulso y el latido de esta popular quedada que atrae a motoristas de toda España y de Europa. Un maravilloso equipo de hombres y mujeres unido por muchos años de trabajo y por una hermandad que trasciende la amistad, forjada sobre dos ruedas y un espíritu aventurero que se renueva año tras año desde que en 1977 realizase su primera gran cita. La original.
Parte de ese equipo, que realiza en estos días su quedada invernal en la localidad segoviana de Cantalejo, tiene alma zamorana con la incombustible Rosa Chacón, quien no duda en envolverse en el delantal y recibir a los moteros con un caldo calentito de los que resucitan cuerpos y almas, enfrentarse a perolas con más de 50 litros de sopas de ajo o en ponerse a los mandos de una gran sartén para hacer nada menos que 253 huevos fritos en una hora y media. Todo un dos y pingada. Será por huevos.
La zamorana, que el pasado verano ejercía como anfitriona del Club La Leyenda Continúa en una visita a Fermoselle y sus bodegas, ha sido también en esta festividad de Reyes una ‘Mamá Noel’ que ha acompañado a Melchor, Gaspar y Baltasar en su reparto de regalos a los tempraneros Pingüinos, que ya han hecho rugir sus motores para recibir el nuevo año y celebrar la amistad, su común pasión por las dos ruedas y la vida.
Unos pingüinos que también tienen alma zamorana y que con la ilusión y las ganas que se gastan tienen cuerda para rato.
¡Que no cese la leyenda!
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