El pasado lunes, 22 de abril, tenía lugar en el recinto ferial de IFEMA en Madrid el Concurso Nacional de Cócteles, que contaría con presencia zamorana de la mano del barman Jonathan Méndez, trabajador del restaurante El Ermitaño en Benavente. Méndez, con su cóctel 'Homenaje', logró encandilar a un exigente juarado y cautivarlo con el sabor de una mezcla que, ante todo, tiene mucho sabor zamorano.
- En primer lugar, enhorabuena por ese segundo puesto. ¿Cómo se siente después de conseguirlo?
Tremendamente satisfecho y orgulloso, sobre todo porque era mi primera vez en este importante concurso, en el que se dan cita bartenders de primer nivel.
- ¿Pensaba incluso en poder alzarse con el primer puesto?
Sinceramente te diré que el principal objetivo que me marqué desde que comencé esta aventura era realizar una ejecución perfecta de la receta, dentro de los tiempos, establecidos y que, una vez terminado y presentado, el sabor cautivara al importante jurado. Terminar y hacerlo bien era mi obsesión. A partir de ese momento todo podía suceder. Aunque es obvio que, al igual que todos los finalistas, soñaba con poder ganar.
- ¿Por qué 'Homenaje' y por qué esa mezcla en concreto? ¿Qué intentaba transmitir con ese cóctel?
He de reconocer que la creación de este cóctel fue todo un reto personal, impulsado por una fuerte motivación. Tratando de representar el sabor, y no la textura, de un delicioso postre como es el tiramisú, reflejando toda su personalidad en el paladar, pero mostrando un marcado posgusto donde los maravillosos orujos de Panizo tuviesen protagonismo. Una motivación, vestida de inspiración, que va más allá del origen del postre según sus dos teorías o leyendas: la de su nacimiento en algunos de los “tentadores y oscuros” rincones de la región Véneto en la década de los 50 del pasado siglo, o aquella víspera de Navidad del año 1969 en la ciudad de Treviso, donde los chefs Roberto y Ado improvisarían un postre, con base de ingredientes típicos de la región, que llamarían tiramisú. Sea cual fuese su origen, lo que es indudable es que el tiramisú forma parte de mi memoria y siempre ha estado presente en momentos importantes de mi vida, de ahí la motivación necesaria para hacer un homenaje a Isabel, mi mujer, y a toda mi familia, logrando además que por fin este postre se pudiera beber.
- ¿Fue complicado dar con la tecla exacta?
Mucho, la idea se instaló hace muchos meses en mi cabeza, pero ponerla en práctica necesitó de muchas horas de dedicación e infinitas pruebas, pero gracias al empuje y la constancia, “Homenaje” salió para delante de forma brillante.
- ¿Vio mucho nivel a su alrededor?
Mucho, sin ninguna duda. Pero creo que es lo razonable en una cita tan importante como esta.
- ¿Seguirá intentándolo hasta ser campeón?
Por supuesto que sí. Soy muy competitivo y testarudo y creo que esto es la receta perfecta para ganar.
- ¿Alguna idea para cócteles nuevos?
La verdad es que tengo varias ideas en marcha, y todo el tiempo del mundo para poder desarrollarlas.
- ¿Cómo valoraría la situación del sector hostelero ahora mismo?
Creo que el sector está atravesando un importante proceso de cambio, pero aun así y sin ser pesimista, porque no va con ni con forma de ser ni con mi manera de pensar, me quedo con lo positivo del momento, con algo tan importante y simple: el profesional que quiere brillar y hacer su trabajo bien, nunca le faltará lugar donde desempeñarlo. Y en estos momentos de crispación, malos modos, y en algunos casos mala praxis por ambas partes, repitiéndose a cada momento el discurso negativo que parece estar instalado en la actualidad en nuestro gremio, es una gran oportunidad para destacar en lo que haces, dándote valor a ti mismo y al lugar donde desempeñas cada día tu trabajo.
- Ya que el concurso era basado en un producto zamorano, ¿cree que los productos de esta provincia no se tienen en la consideración que quizá deberían?
Yo creo que sí tienen la consideración y el valor necesario, y lo digo desde el conocimiento, y apoyado en datos reales. Me explico: nosotros, en El Ermitaño, tenemos un gran “barómetro” gracias a que cada año pasan cientos de personas por nuestra casa, que disfrutan con asombro del potencial de nuestros productos. ¿Que hay que saber venderse un poco mejor? Pues sí, porque además tenemos lo principal, que es la calidad de todo lo que nos rodea: los vinos, con seis zonas vitivinícolas que “tocan” la provincia (Arribes, Tierra del Vino de Zamora, Valles de Benavente, Toro, Sierra de la Culebra y Vino de la tierra de Castilla y León), la gastronomía, tanto de barra como de mesa y mantel, los quesos, las carnes, los orujos, el pan…, incluso sería genial aprovechar todos estos recursos para lograr que la gente alargase su estancia por la provincia, porque tenemos mucho que contar. Eso sí, tenemos que ser nosotros, los zamoranos, los primeros en presumir y sacar pecho por todo lo bueno que tenemos, que es mucho.
- Y ya para concluir, por si alguien se animase a intentar preparar un 'Homenaje'. ¿Podría explicar en qué consiste la preparación?
¡Cómo no! Añadimos en el vaso mezclador: hielo, tres centilitros de Licor de Café Panizo,dos de Licor de crema de Orujo Panizo, un centilitro de Aguardiente Panizo Monovarietal de orujo Verdejo, un centilitro de Licor de Orujo tostado Panizo y diez de Café azucarado. Removemos. A continuación servimos la mezcla del vaso mezclador en la copa. Añadimos la espuma de Amaretto y por último decoramos con ralladura de lima y polvo de cacao.