Este viernes concluía en Roma el Jubileo de los Sacerdotes y Seminaristas del Año Extraordinario de la Misericordia, convocado por el papa Francisco. Con una multitudinaria eucaristía presidida por el pontífice en la Plaza de San Pedro y concelebrada por varios miles de presbíteros en la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.

Un grupo de 14 sacerdotes de la Diócesis de Zamora, entre los que se encuentra el obispo, Gregorio Martínez Sacristán, han participado en este evento de la Iglesia universal que ha congregado en la ciudad eterna a representantes del clero de los cinco continentes. El grupo zamorano llegó el martes 31 por la mañana y dedicó esa primera jornada a realizar algunas visitas turísticas.

El miércoles 1 era el día destinado a la preparación para ganar el Jubileo con el sacramento de la reconciliación, que los sacerdotes de Zamora pudieron celebrar por la mañana en la basílica de San Juan Bautista de los Florentinos, lugar destinado por la organización del Jubileo para las confesiones de los presbíteros de lengua española, entre otros.

En la tarde del miércoles el grupo zamorano acudió a la basílica de los Doce Apóstoles, donde se reunieron con los demás clérigos hispanohablantes para escuchar la catequesis dirigida por el cardenal español José Luis Lacunza, arzobispo en Panamá, en torno al sacerdocio y la misericordia. A continuación celebraron la eucaristía todos juntos. 

El día también posibilitó a los curas zamoranos visitar la Embajada de España ante la Santa Sede y, posteriormente, los Jardines Vaticanos, con la guía del zamorano José Luis Martínez Gil, hermano de San Juan de Dios natural de Villalba de la Lampreana, que compartió durante el recorrido algunas de las muchas anécdotas que ha vivido en la Santa Sede, donde ha sido, entre otras cosas, enfermero personal de Juan Pablo II.

Un encuentro con el papa Francisco

El jueves 2 reunió a los miles de sacerdotes participantes para tener un retiro dirigido por el papa Francisco en tres sedes. El pontífice compartió tres meditaciones que tuvieron lugar, por orden, en las basílicas pontificias de San Juan de Letrán (adonde acudieron los curas de la Curia Romana y de la Diócesis de Roma), Santa María la Mayor (con los sacerdotes del resto de Italia) y San Pablo Extramuros (para los venidos de los demás países). 

El clero zamorano acudió a primera hora de la mañana a la última de las basílicas, y pudo escuchar al Papa por videoconferencia en las dos primeras meditaciones, y dedicar el resto del tiempo a la oración y adoración, hasta que a las 16 horas llegó el obispo de Roma para dirigir la última de las meditaciones. Todas ellas abordaron el lugar del presbítero ante la misericordia, de la que es receptor (como hombre pecador) y también transmisor (como ministro del sacramento de la confesión).

Francisco aprovechó los minutos previos a la charla para saludar personalmente a los cardenales y obispos presentes, acercándose a saludar, de esta manera, al prelado zamorano, que pudo intercambiar con él unas pocas palabras. Antes de esto, Gregorio Martínez Sacristán tuvo ocasión de saludar a varios cardenales presentes y hablar con ellos: Pietro Parolin, secretario de Estado; Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales; y Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos. Además de a otros prelados españoles, como los obispos de Mérida-Badajoz, Jaén, Almería, Granada o el auxiliar de Toledo.

Al terminar la meditación del Papa y tras despedirlo, los sacerdotes de lengua española y portuguesa concelebraron la eucaristía en la misma basílica de San Pablo Extramuros, presidida por el cardenal Sandri. 

Conclusión solemne del Jubileo

El momento central y culminante tuvo lugar en la mañana del viernes solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. A las 7,30 horas el obispo y los sacerdotes de Zamora hacían cola para pasar los controles de seguridad de la Plaza de San Pedro y, tras revestirse con los ornamentos litúrgicos necesarios en el Aula Pablo VI, accedieron a la Plaza, donde a las 9,30 horas comenzó la eucaristía presidida por el papa Francisco.

Allí, algunos de ellos recordaron una ocasión semejante, la última en la que participaron en una celebración tal día como este viernes, la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús del año 2010, cuando hubo otro encuentro mundial de sacerdotes como éste en el contexto del Año Sacerdotal, convocado entonces por el papa Benedicto XVI, y al que acudió también un grupo de Zamora.

Al acabar la eucaristía y después de comer juntos, los curas de Zamora fueron al aeropuerto para regresar a la provincia.

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