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​“La sanidad de Castilla y León tiende al bloqueo, con o sin Covid-19”

Advertencia de CSIF, que insiste en a necesidad de un incremento de plantillas

Hospital Cama enfermero

“La sanidad tiende al bloqueo, con o sin Covid-19. La Juntadebe reaccionar. Urge la recuperación de las plazas perdidas, así como lacreación de nuevas para dotar al servicio público de salud de Castilla y Leóndel personal sanitario necesario”. Así de contundente se muestra CSIF, queinsiste en la necesidad de un incremento de plantillas, “y no solo por lagravísima pandemia que sufrimos en este momento, que -por supuesto- está haciendomás necesario e imprescindible que nunca contar con más sanitarios. La soluciónno es el ‘decretazo’, contra el que hemos presentado una demanda ante el TribunalSupremo”.

“La situación de crisis sanitaria que vivimos havisualizando alarmantemente la carencia de personal sanitario, al igual quetambién está siendo evidente el caos cuando la Consejería de Sanidad pretendeabordar la campaña de vacunación con carencias de personal, y mediante la creaciónde una supuesta bolsa sin unas bases de funcionamiento, pidiendo lavoluntariedad de trabajo al personal, pero sin dar a conocer a los posiblesvoluntarios dónde está el límite entre la voluntariedad y la obligación, indicaCSIF.

Quizás, si los distintos equipos de gobierno de la Junta deCastilla y León hubieran creado empleo en Sacyl, en vez de destruirlo, lacrisis sanitaria hubiera podido ser mejor abordada, y el bloqueo sanitariohubiera sido menor, añade el sindicato independiente.

Lamentablemente, en tres años, según los últimos datosoficiales que se pueden ver en el Portal de Transparencia de la Junta, losefectivos sanitarios de la Comunidad han disminuido en un 3,6%, concretamentedel mes de diciembre de 2017 al de 2019. “¿Reducción a la que hay que sumar máspérdida de sanitarios a lo largo de 2020, todavía por conocer oficialmente?”, preguntaCSIF.

Cuando se conozcan los datos a 31 de diciembre de 2020 novan a ser reales, matiza, no obstante, puesto que las plantillas estánsobredimensionadas coyunturalmente con respecto a las plantillas reales, por lacontrataciones puntuales y ocasionales que se están realizando por la pandemia,según CSIF. ¨Habría que conocer los datos de contrataciones cuando pase la pandemiay se comience a despedir al personal, algo que ya ocurrió en esta Comunidad despuésde la primera ola”, explica el sindicato independiente.

En 2017, los efectivos sanitarios de Atención Primaria en laComunidad descendieron un 0,2% respecto al año anterior, en 2018 la reducciónfue del 2,3% y en 2019 (últimos datos del Portal de Transparencia) del 1,1%.“Progresivamente, están debilitando gravemente la Atención Primaria”, entiendeCSIF, “y sin este primer estabón, cuyo trabajo resulta imprescindible, no podráfuncionar nuestro sistema sanitario”.

“Estamos hablando de los profesionales del primer nivel deprestación sanitaria, de quienes

tienen un contacto más directo y cercano con los pacientes ysus familias. Aquellos que tienen sobre los hombros la importantísima labor decontener los contagios de coronavirus, detectar positivos, registrar cada pasoy cada caso, identificar contactos, realizar PCRs, test serológicos, rastrear,educar a contagiados y a sus contactos, controlar la evolución de loscontagiados, valorar y derivar a la atención especializada si es necesario,visitar a domicilio si fuera preciso…”, recuerda el presidente del sectorautonómico de Sanidad de CSIF Castilla y León, Juan-Carlos Gutiérrez-Rodilla.

“Además, siguen atendiendo a pacientes no Covid telefónicamente,presencialmente o en domicilio, continúan con el seguimiento de crónicos, laaplicación de tratamientos, las curas, las extracciones sanguíneas…; a lo quehay que añadir la vacunación de la gripe estacional, que este año ha sidomasiva, y la vacuna de la Covid, que poco a poco irá administrándose a más gruposde población. Y todo esto lo realiza un grupo multidisciplinar de trabajadoresde Sacyl cuyas plantillas están formadas por 500 trabajadores menos que hacecinco años”, denuncia Gutiérrez-Rodilla.

ATENCIÓN PRIMARIA

Los datos de la propia Junta de Castilla y León apuntan auna preocupante disminución de efectivos que afecta fundamentalmente a losservicios de Atención Primaria. Un total de 8.462 empleados trabajaban en laAtención Primaria de Sacyl en 2012, pero en diciembre de 2019 no llegaban a8.000 (7.996 empleados), es decir, 461 trabajadores menos. De estos, 257 correspondena puestos de trabajo perdidos en los últimos 3 años, entre 2017 y 2019.

Alrededor del 80% del personal de Atención Primaria essanitario. Si se toma como referencia las mismas fechas y el personal sanitariode los centros de salud de la Comunidad, Sacyl contaba en 2012 con 6.785sanitarios, frente a los 6.421 con los que comenzó el 2020 (230 son puestossanitarios perdidos entre diciembre de 2017 y diciembre de 2019).

Centrando más todavía los datos en dos profesionessanitarias de Atención Primaria, y tomando como referencia diciembre de 2017 ydiciembre de 2019, hay que resaltar la reducción en 178 del número de médicosde familia (de 2.900 a 2.722) y en 48 el número de enfermeras (de 2.623 a2.575). Tomando datos de 2012, los datos son más escalofriantes. En esemomento, trabajaban en Atención Primaria de la Comunidad 3.453 médicos y 2.952enfermeras.

Tampoco se puede tener la esperanza de que los médicos yenfermeras residentes puedan cubrir las necesidades de profesionales en laAtención Primaria de Sacyl. A pesar de aumentar el número de médicos internosresidentes (MIR) en medicina familiar y comunitaria de Castilla y León, lascifras son totalmente insuficientes: entre 2017 y 2019 sólo han aumentado en 86(pasando de 339 a 425) el número de Médicos Internos Residentes (MIR). Peorpinta tiene la situación en el caso de las Enfermeras Internas Residentes (EIR)de enfermería familiar y comunitaria: en 2017 eran 73 y en 2019 sumaban 72.

Este año, 90 MIR y 37 EIR finalizarán la especialidad demedicina y enfermería familiar y comunitaria, respectivamente. No sólo no secubren las necesidades con estos nuevos especialistas, sino que además es muyescasa la proporción de ellos que se quedan en Castilla y León, lamenta CSIF.En el curso 2019/2020 sólo el 40% de esos recién formados especialistas enmedicina familiar y comunitaria se quedaron trabajando en Sacyl. “Conclusión,seguimos sin aprender, y sin que los responsables políticos de la Sanidad setomen en serio la urgencia de ampliar plantillas, y de estimular a los nuevosprofesionales sanitarios, para que se queden a trabajar en Castilla y León. LaJunta debe reaccionar y terminar con la inasumible precariedad laboral y laspeores condiciones que se ofrece a los profesionales sanitarios en nuestra Comunidad”,lamenta CSIF.

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