El cuidado del medio ambiente, el respeto por la flora y la fauna así como la importancia de la lealtad y la amistad, fueron parte de las enseñanzas que el hada Verderina y su lechuza Noa quisieron transmitir a los niños y niñas zamoranas. Además, durante la tarde, también hubo otros dos espectáculos infantiles dentro de esta misma actuación: pintacaras y cuentacuentos.
La anécdota de la tarde la puso la lechuza Noa, que en uno de los números decidió pararse a descansar en un balcón cercano y la organización tuvo que subir a otro balcón de ese mismo edificio para que prosiguiera con el número previsto.
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