Siete de cada diez zamoranos no hacen deporte “nunca” o solo “ocasionalmente”

Parece que la población está cada vez más concienciada sobre los beneficios que conlleva realizar una actividad física para encaminar una vida más sana. Esa al menos es la impresión que se desprende de fenómenos como el ‘running’, que cada vez atrapa a más ciudadanos. Pero esa sensación no se refleja en las cifras y en los datos. Así al menos se traduce en un estudio publicado en las últimas semanas por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte bajo el título “Actividad física y prevalencia de patologías en la población española”.

Los resultados de este estudio muestran que en la población española de 18 a 74 años la prevalencia de algunas de las enfermedades crónicas más comunes (hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes, depresión y ansiedad) se incrementa notablemente en la población inactiva, cuadruplicándose en algunos casos con respecto a la observada en la población que practica actividad física o deporte. 

De esta forma, resulta clave conocer el nivel de actividad que existe en una población para conocer si puede ser propensa a este tipo de enfermedades. En el caso de la comunidad de Castilla y León, y por ende en la provincia de Zamora, el estudio asegura que  el 31,35 por ciento de los ciudadanos dentro de la horquilla de edad anteriormente mencionada “nunca” hace deporte. Además, el 40,73 de los ciudadanos asegura que práctica una actividad física de manera “ocasional”. 

Es decir, que la cifra de zamoranos que no realiza deporte o solo lo hace de manera ocasional se dispara hasta el 72,08 por ciento. O lo que es lo mismo, siete de cada diez personas. En el otro extremo aparecen el 9,70 que hacen deporte “varias veces al mes” y el 18,21 que practica una actividad física “varias veces a la semana”.

La cuestión socioeconómica también desprende resultados importantes. Así, según este estudio, las mujeres y las personas que cuentan con peor educación hacen mucho menos ejercicio, por lo que están mucho más expuestos a las consecuencias negativas de esta inactividad. Así, ocho de cada diez mujeres están por debajo del umbral de la actividad recomendable, frente al 66% de los hombres. Mientras que el 83% de los españoles con educación básica es peligrosamente sedentario, frente al 62% de los que cuentan con educación superior.