VÍDEO | Sollozos, silencio y un final trágico: La Marina no pudo estallar en júbilo y llora la derrota de España

La ciudad vibró con esperanza y se rindió con dignidad, unida en la emoción de una final inolvidable. Pese a que no hubo título, sí quedó el orgullo de creer hasta el final

GALERÍA | Así se vivió la final de la Eurocopa Femenina en La Marina Fotos: Nuria Galindo
GALERÍA | Así se vivió la final de la Eurocopa Femenina en La Marina Fotos: Nuria Galindo

El sentir después de perder una final es indescriptible. España hizo historia, pero no logró alzarse como campeona de Europa. El espectacular ambiente en La Marina no se tradujo en una final apoteósica con nuestra selección levantando el trofeo. No hubo ese premio, pero sí la ejemplar respuesta de los zamoranos que se trasladaron a La Marina para vivir el partido en familia.

El silencio fue el protagonista al comienzo tras la primera llegada de Inglaterra. El cuerpo se recompuso con los primeros “¡uy!” de Esther y Mariona, y con los gritos de “¡Que viva España!”, que intentaban animar un ambiente marcado por los nervios. La parada de Cata mantuvo en vilo a los zamoranos, pero después de su espectacular intervención, llegó el alivio. Tensión contenida, luego respiro.

La explosión de júbilo llegó con el gol de Mariona. Se estaba cociendo el tanto, y Zamora estaba preparada para saltar de emoción. El hormigueo en el cuerpo y las caras de tensión seguían presentes. Grupos de jóvenes con vuvuzelas comentaban las jugadas, compartían impresiones y temblaban con cada ocasión de Inglaterra.

Zamora siguió estando a la altura, no había duda de ello. Algunos espectadores se animaron a llevar sillas desplegables, e incluso pasteles. El apetito se abrió tras el descanso y con la ventaja de España.

Ver una gesta histórica en familia, a la sombra de los árboles, compartiendo impresiones, siempre es especial. El silencio se hizo presente con el gol de Russo. El sonido volvió con la entrada de Bronze por Olga Carmona. Los zamoranos mostraron su enfado alzando los brazos.

También hubo aplausos para Irene Paredes tras una magnífica acción defensiva. Otro "uy" tras el metrallazo de Athenea. Una vez más, los nervios se instalaron en La Marina. Hubo pitos tras el cambio de Alexia. Los zamoranos se sorprendieron al ver que la doble Balón de Oro abandonaba el terreno de juego por decisión técnica. Un suspiro antes de encarar la prórroga. Entre los espectadores, un zamorano lucía una camiseta con el mensaje “Nunca dejé de creer”, frase que resumía el momento actual del partido.

“Yo creo que vamos a los penaltis”, decía uno de los más pequeños, entrelazando los dedos en símbolo de la suerte y su afirmación se cumplió. España seguía llegando, y con ella Zamora, que escenificaba ese empuje en la calle. Salma acumulaba ocasiones, y los ojos seguían fijos en la pantalla gigante.

El final… el que todos ya sabemos. La Marina se vació en silencio, con rostros serios, abrazos, y esa pequeña risa irónica que aparece cuando las cosas no salen como uno esperaba.

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