Strieder, sobre el rastro trueque: “No debe entenderse con parámetros de comercio, sino como una actividad socio cultural”

El concejal de Comercio del Ayuntamiento de Zamora pasaba este domingo por el rastro trueque de la Plaza de Viriato para mostrar su apoyo a los responsables de los puestos ubicados en esta localización después de las críticas vertidas el sábado por Ciudadanos Zamora.

 Strieder rastro
Strieder rastro

Domingo de rastro trueque en la plaza de Viriato. Decenas de puestos se apostan en la céntrica plaza de la capital. El sol hace que sean muchos los curiosos que se acercan por los puestos para curiosear entre los objetos de segunda mano. Entre los puestos camina el concejal de Comercio, Cristoph Strieder, que charla con algunos de ellos sobre la polémica suscitada como consecuencia de la crítica del partido Ciudadanos Zamora sobre este asentamiento.

Zamora24horas charla con Strieder sobre estas críticas vertidas por la formación naranja. “El rastro trueque comenzó como una iniciativa de los vecinos. Empezó en Olivares, después se expandió a San Frontis, Los Boques, San José Obrero… La idea que tuvimos desde 2016 fue la de estar en un lugar céntrico porque lo de estar cambiando de barrios no funcionaba bien porque la gente se desorientaba y se quejaba de que no sabía dónde estaba cada fin de semana. Desde 2016 se ubicó en la plaza de Viriato”, comenta Strieder, que responde a las críticas: “Está creciendo constantemente, es algo que el domingo por la mañana se acerca mucha gente y creo que el rastro trueque no debe entenderse con parámetros de comercio, sino como una actividad socio cultural que existe en todas las ciudad y da una segunda vida a los productos”.

En este sentido, el propio concejal de Comercio pone en valor la importancia de este tipo de espacios: “Es un espacio abierto donde la gente se encuentra, habla, intercambia. El rastro tiene ese efecto de que encuentras algo que quizás no esperabas. Grandes escritores han defendido el rastro como generador de sorpresa al encontrar algo que no esperabas”.

Otro de los aspectos que suscita críticas es la imagen que se puede dar de la ciudad con un rastro de estas características en el centro de la capital, una crítica que Strieder también rehúsa: “He hablado muchas veces con turistas que nos han contado que estaban encantados, que salen a dar un paseo por el casco antiguo y ven una ciudad con vida, ven cosas sorprendentes que no pensaban encontrar en el rastro”.

Un tema importante es el relativo a la legalidad. En este aspecto, Strider se muestra tranquilo: “El aspecto legal está cubierto en Comercio. Cada día hay una inspección de la Policía que certifica que no se venden cosas que no se deben vender. Es un rastro de segunda mano y cada fecha se pide permiso en la concejalía de Comercio. También estamos pensando anclar la actividad en la concejalía de Barrios para que la actividad tenga más fuerza”.

Por último, responde a Ciudadanos, tachando esta crítica de interesada ante la cercanía de las elecciones: “En realidad el conflicto que se crea es una polémica de cara a las elecciones. La gente que está aquí se está comportando muy bien y tampoco hay un problema de residuos, porque cuando se van dejan todo recogido y en muy buen estado. Es una cosa tranquila, pacífica y así debe seguir”, zanja.

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