Con rigurosa puntualidad, a las 11.00 horas comenzó la segunda edición de una de las pruebas más familiares y solidarias del año, la carrera de la Guardia Civil que, pese a contar sólo con dos ediciones, ya ha superado los 1.800 participantes además de cientos de personas que animaron a los asistentes a lo largo del recorrido.

El circuito, de 4,5 kilómetros, comenzó en la Plaza Mayor para después llegar hasta el final de la calle Víctor Gallego, pasar por el Cuartel de la Guardia Civil y regresar al casco histórico, llegando hasta la Catedral y terminando, de nuevo, en la Plaza Mayor.

La gran afluencia desbordó las previsiones de la organización y tras la llegada de las primeras decenas de atletas se formó una amplia cola que retrasó el registro de llegada y la entrega de premios.

En la prueba estuvo presente una antorcha solidaria diseñada por Shire como “símbolo de la esperanza, fuerza e ilusión” de los afectados por enfermedades raras, tanto los pacientes como sus familias.

El cariz solidario de la carrera hizo que, al margen de aquellos que buscaban superar sus propias marcas o una buena clasificación, hubiera una gran mayoría de participantes que aprovecharon la soleada mañana para dar un paseo solidario e inundar de camisetas verdes el centro de la ciudad.

Los primeros en llegar fueron Agustín Ruiz, del Vino de Toro Caja Rural Softoro, y María Díez Manzano en categoría femenina. Pero eso hoy, era casi lo de menos, lo importante es que la gran victoria fuera el apoyo popular a FEDER y la recaudación de los 5 euros de inscripción por participante para la encomiable labor de este colectivo.

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