Tercera Edad en Acción exige al Ayuntamiento de Zamora una segunda reforma, en profundidad, del casco antiguo

El nuevo partido político surgido en Zamora liderado por Antonio Requejo solicita al Ayuntamiento mejoras en el Casco Antiguo.

Rúa Notarios 1
Rúa Notarios 1

El ex dirigente de Ciudadanos Zamora, y padre del actual presidente de la Diputación, Francisco Requejo, ha creado un nuevo partido político en la ciudad. Bajo el nombre, Tercera Edad en Acción, la formación busca denunciar las deficiencias de la ciudad de Zamora. 

En su último comunicado han querido denunciar la situación actual del Casco Antiguo. Este es el comunicado reproducido de manera íntegra: 

"Desde la reforma del Sr. Vázquez, en el siglo pasado, de esa zona de la ciudad, el deterioro de la zona antigua de la ciudad ha aumentado de manera exponencial: solares, pintadas y fachadas ofrecen un aspecto ingrato para el turismo.

Fue ya en el siglo pasado, si mi memoria no me falla, cuando D. Antonio Vázquez, en su primer mandato, realizó la reforma del casco antiguo, viejo o noble, de la ciudad. Quedaron muchas cosas por hacer y las que se ejecutaron me dejaron un sabor agridulce, como la propia remodelación, ya con Dña. Rosa Valdeón, deprisa y corriendo, del Castillo y los jardines.

Desde entonces, el paso del tiempo, con sus amigos la erosión, la lluvia, las heladas, los calores de verano más el tráfico rodado, que sigue transitando por rúas y plazuelas, han

ido degradando el espacio urbano que ya es más casco viejo que antiguo, menos noble que plebeyo. Los partidos políticos, con representación en la Corporación Municipal, de cuando en cuando, hablan, piden, exigen al que gobierna, que se elabore un Plan Director para ese barrio de la ciudad, uno de los más visitados por el turismo cultural. Pero, pasan los años, los mandatos, los alcaldes, y todo ha ido a peor: solares, abandonados desde hace décadas, como el notorio ejemplo de la Rúa de los Notarios, que presenta una fachada inclinada de arriba abajo, y que dentro debe ser un nido de insectos, ratas y vegetación salvaje, o las fachadas en esa misma calle, de cartón piedra, con balcones que amenazan venirse abajo en cualquier momento, si la lluvia y el viento se empeñan, sin que detrás exista edificio alguno, deterioran, afean y manchan nuestro patrimonio monumental.

Presentar a gente culta, foránea, nuestro románico, mientras pasea por rúas que muestran fachadas con graves deterioros, muros de solares, pintadas, me parece tarea ingrata para los guías turísticos. Y, además, existe otra trampa mortal para el visitante y también para el indígena: las piedras que componen calzadas y aceras del casco antiguo, que deberían ser arrancadas cuanto antes para ser sustituidas por losetas de granito de Sayago, no chino, como el que se colocó en principio. Porque el turista viene a disfrutar de la ciudad del Románico, dar placer al paladar degustando nuestras magníficas viandas en bares, restaurantes y cafeterías, pero no a que se les produzca un esguince de tobillo o que las señoras se dejan los tacones de sus zapatos en el envite.

Urge, pues, que el Guarido, que parece ser un amante rendido de nuestro patrimonio, como lo demuestra con la liberación de las murallas de la avenida de la Feria, prepara una segunda reforma, a fondo, del casco antiguo, con el fin de que deje de ser viejo. El partido que presido, de nuevo cuño, pero que aspira a formar parte de la vida pública en nuestra ciudad, Tercera Edad en Acción, le apoyaría. Y supongo que el resto de grupos políticos en el Ayuntamiento también aplaudiría esa segunda restauración de la Zamora más antigua.

Sentiría que concluya este mandato, el segundo de Guarido, sin que se cambie ni una sola piedra, se sigan manteniendo los solares tal cual, mientras sus propietarios hacen caso omiso de las ordenanzas municipales, porque esta ciudad habría perdido una gran oportunidad de solucionar un problema fundamental para potenciar nuestro turismo, un sector esencial para desarrollar la alicaída economía de Zamora". 

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