​“Una tercera ola sería poner en riesgo al sistema sanitario”: Verónica Casado advierte y muestra su preocupación por la Navidad

La consejera de Sanidad ha señalado que la incidencia continúa bajando pero a un ritmo menor del que veníamos experimentando

 Veronica casado
Veronica casado

“La presión asistencial está disminuyendo, pero continuamos con un elevado número de pacientes críticos por COVID-19, y una tercera ola sería poner en riesgo al sistema sanitario”. Así de clara se ha mostrado en rueda de prensa la consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, advirtiendo de la reducción del decrecimiento que están empezando a notar.

Como bien ha indicado la consejera, en Castilla y León se ha pasado de tener 166 camas en las unidades de cuidados intensivos y, por lo general, se ocupaba el 60% o 70% de las mismas -“era raro tener más de 120 (pacientes)”, ha matizado-, actualmente hay habilitadas más de 500 camas habilitadas.

En las mismas trabajan especialistas no sólo de la UVI, sino “anestesistas, anestesiólogos, enfermeras, TCAES, trabajadoras de limpieza... todos están realizando una labor extraordinaria", ha proseguido Casado, quien ha agradecido su trabajo y ha reconocido que muchos de ellos están “cansados” después de llevar 9 meses trabajando a más del 100%.

Precisamente por ello y por el alto volumen de pacientes existente actualmente en las UCIs, la consejera ha pedido precaución en los próximos días, especialmente durante las navidades, a todos los ciudadanos de Castilla y León, ya que el punto de partida de una tercera ola sería muy diferente al de la segunda, puesto que en verano apenas había personas ingresadas.

Ahora hay muchos más pacientes, y el sistema sanitario podría verse sobrepasado de volver a aumentar la presión sobre el mismo. “Si no reducimos más la presión asistencial, hay una previsión de colapso”, ha afirmado, recalcando que no sólo se verían perjudicados los pacientes con COVID-19 sino también todos los que sufran otras patologías y no puedan ser atendidos o no como lo necesitarían.

“Debemos protegernos a nosotros mismos, a los ciudadanos y al sistema sanitario”, ha proseguido, catalogando de “catastrófico” lo que podría suceder si no mejora la situación, ya no sólo en lo sanitario, sino también en “lo social y lo económico”. Por ello, pidió que, aunque sea por la actitud egoísta de no enfermar, “evitemos la enfermedad, que es lo más útil para evitar la UCI y su bloqueo”.

“La Navidad nos preocupa”

Casado, quien concretó que la media de días que pasa una persona en la UCI por COVID-19 asciende hasta los 28 días, señaló que han detectado que Castilla y León, actualmente la duodécima comunidad en nivel de incidencia, continúa en una tendencia decreciente pero que se ha reducido sensiblemente.

“Vamos bajando a buena velocidad, pero deberíamos bajarla más”, ha señalado, recordando que actualmente la Comunidad tiene una tasa de cerca de 200 casos por cada 100.000 habitantes. Aunque es un buen dato en comparación a hace un mes, estamos lejos de haber controlado la segunda ola, ya que se considera que existe un control cuando se tiene una incidencia de 25 casos por cada 100.000 habitantes. “Todavía nos queda mucho para conseguirlo”, ha asegurado.

Pese a que se congratuló por el descenso generalizado y consideró que se puede hablar de “un éxito colectivo”, la consejera de Sanidad también advirtió sobre los comportamientos en las fechas venideras, y reconoció que “la Navidad nos preocupa”, puesto que puede significar un corte en la tendencia habitual.

Así, recomendó que todo el mundo sea “muy cuidadoso” y pidió que no se eche por la borda “todo el trabajo que tantísimas personas han hecho”.

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