Las terrazas, un ‘dolor de cabeza’ para la Policía Local de Zamora por las quejas recibidas

Un gran número de agentes son permisivos y únicamente se detienen en aquellas terrazas donde se puede incumplir de manera flagrante alguna de las normas básicas establecidas. Pero los agentes reciben un número importante de quejas de aquellos que ven en las terrazas un problema.

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Con la flexibilización de medidas de la Fase 1 que entraron en vigor días atrás, la capital zamorana disfruta de una ‘libertad’ que se verá aumentada en apenas unas horas con el acceso a la Fase 2.

Durante esta Fase 1, las terrazas pueden estar abiertas con una capacidad máxima del 50%, pero siempre que se mantenga una distancia mínima de seguridad de dos metros y no haya grupos de más de diez personas. Ante esto, han sido muchos los establecimientos que han solicitado permisos para ampliar sus espacios de terrazas. Permisos que en la gran mayoría de los casos han sido concedidos.

Todas estas medidas de flexibilización, unido al hecho de que los ciudadanos llevaran muchas semanas confinados y gracias al buen tiempo del que ha disfrutado Zamora, han hecho que en los últimos quince días las imágenes de las terrazas masificadas hayan sido habituales. Una situación que ha generado muchos quebraderos de cabeza a los agentes de la Policía Municipal, que deben vigilar el cumplimiento de las normas.

La mayoría de los agentes son permisivos, tal y como ha podido comprobar zamora24horas tras consultar con varios de ellos. Son conscientes de la situación dramática que han vivido y siguen viviendo muchos hosteleros, que se encuentran en un momento crítico en lo económico tras más de dos meses de cierre. 

Por eso, la principal vigilancia en las terrazas responde a cumplimiento de horarios (que de momento no se han ampliado), cumplimiento de que no se exceda el número de personas que puedan reunirse alrededor de una mesa y la comprobación, cuando es necesario, de la aprobación del permiso de ampliación de terraza.

El problema surge ante las muchas quejas presentadas por ciudadanos que ven en la ampliación de estas terrazas un problema para poder acceder a sus negocios, que no tienen que ver con la hostelería, o acceder a sus viviendas o plazas de garaje.

En este caso, los agentes se encuentran ante la necesidad de tener que mediar en esas disputas y decidir si ser tajantes con los hosteleros o tratar de mantener la flexibilidad para permitir a este sector ir recuperando terreno en el contexto de la crisis que padece la sociedad tras la irrupción del coronavirus.

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