Lágrimas, tristeza, música y emociones a raudales. Eso es lo que se ha podido observar este miércoles a las puertas del Colegio Siervas de San José de Zamora. Si bien hoy era el último día lectivo del curso escolar, a una fecha tan marcada como el fin académico se unía la emoción y tristeza por el cierre definitivo del centro.
Sentimiento palpable entre padres, profesorado y los propios alumnos, estos últimos con lágrimas en los ojos por tener que despedirse de los que hasta ahora serán sus compañeros y amigos de aula. Pero también hubo espacio para los agradecimientos, ya que con la salida de cada profesor se escucharon aplausos, mostrando su apoyo y demostrando su gratitud con la labor durante todos estos años.
En un ambiente de tristeza y aún de incertidumbre echa el cierre así un colegio que no volverá a abrir sus puertas como tal y qué dice adiós a un legado de miles de estudiantes y cientos de profesores que, sin embargo, mantendrán una unión invisible con esas aulas y pizarras.
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