“Europa ha de actuar con una sola voz en el mundo por lo que necesita una única política internacional, de seguridad y defensa”. Para José Miguel Mateos, responsable de Acción Institucional en Castilla y León, “es imperdonable que las instituciones europeas no estén presentes en los foros donde se está debatiendo un conflicto, una guerra civil que tenemos a las mismas puertas de la Unión, como es el caso de Ucrania; este no es un problema exclusivamente alemán y Ángela Merkel no puede representar a toda la Unión Europea”. Para UPyD es la Comisión quien debe asumir ese papel, donde la promoción de la paz y la seguridad, el fomento de los valores democráticos, el cumplimiento de las resoluciones de la ONU, el respeto a los valores humanos y el desarrollo sostenible deben ser el norte de su actuación.
“No se ha de descartar el uso de la fuerza para impedir graves violaciones de los derechos humanos o la instauración de regímenes terroristas. La defensa de los principios éticos y valores que constituyen la base de la sociedad europea deben condicionar la acción de la UE en el mundo frente a aquellos gobiernos que vulneran los Derechos Humanos y las Instituciones Europeas deberán apoyar las causas justas de los pueblos sometidos a la tiranía, la falta de libertad, la discriminación, el exilio, la ocupación ilegítima de su territorio, o el robo de sus recursos naturales”, aseguran desde UPyD.
El responsable magenta quiso hacer un llamamiento a los ciudadanos a no apoyar a aquellas formaciones políticas que desde la propia España ponen como modelos a imitar o elogian dictaduras como la de Cuba de los hermanos Castro o regímenes con una clara deriva antidemocrática como es el caso de la Venezuela chavista donde se están masacrando y violando gravemente los derechos humanos en la represión contra las protestas pacíficas prodemocráticas estudiantil y ciudadana.
También han hablado de la necesidad de una política común de emigración con un estricto respeto al Derecho Internacional y los derechos humanos que tenga en cuenta el derecho de asilo y la protección humanitaria. Deben buscarse planes de integración amplios y adecuados dentro de una gestión conjunta en función de las necesidades de empleo y que luche de forma implacable contra la trata de personas.
Europa ha de continuar, según las propuestas de Unión Progreso y Democracia, siendo líder en cooperación al desarrollo y solidaridad internacional. Se debe promover un desarrollo global sostenible del que forme parte la democratización de los Estados receptores de ayudas, el respeto a los derechos humanos, la buena gobernanza y la protección medioambiental. La UE deberá mantener los recursos comprometidos para cumplir con la Estrategia del Milenio, es decir, alcanzar el 0,7 % de su renta dedicada a la ayuda al desarrollo. Los objetivos principales serán destinados a paliar situaciones de extrema pobreza y a las víctimas de conflictos. Las ayudas públicas al desarrollo deberán ser evaluadas con transparencia para comprobar su buen empleo, eficacia y eficiencia.
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