El Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora (ECOVA) pidió a las administraciones públicas, especialmente a la autonómica, así como a las organizaciones empresariales, que conciencien a las pequeñas y medianas empresas (pymes) y a los autónomos de Castilla y León sobre la necesidad de digitalizar sus empresas, dado que “quien no coja este tren en marcha, va a desaparecer”.
Así de contundente se mostró, en declaraciones recogidas por Ical, el director de ECOVA Estudios, Juan Carlos de Margarida, que durante la presentación de los datos del Observatorio sobre economía digital de Castilla y León de 2022, apuntó que “la ciudadanía va a exigir a digitalización” de las empresas para cubrir sus necesidades, y que para ello es necesario que la Administración autonómica y las organizaciones empresariales “formen y conciencien” a las pymes y autónomos ante la “ralentización” en la transformación tecnológica de las pymes.
Y es que, durante el pasado año, disminuyó el número de empresas de Castilla y León que emplean especialistas en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en un 7,59 por ciento, frente al aumento nacional del 3,9 por ciento. Una disminución que alcanzó incluso el 21,48 por ciento en la Comunidad en relación a los autónomos y las empresas con menos de 10 empleados y que sitúa el ratio de aquellas que cuentan con algún trabajador con conocimientos tecnológicos en apenas un 1,17 por ciento.
“No se está apostando por la competitividad digital y hay una desconexión con lo que pretenden los fondos Next Generation”, apuntó De Margarida, para quien los datos del observatorio demuestran que “se está volviendo al nivel de 2018” con una “pérdida de capacidad de inversión e innovación” que conlleva un descenso de la madurez digital de las pymes de Castilla y León “por debajo de la Unión Europea”.
Además, también alertó del descenso de más del 36 por ciento con respecto al 2021 del teletrabajo en la región, con solo un 8,84 por ciento que apuestan por esta herramienta de conciliación “de forma habitual”. Un dato “muy pobre” que demuestra la “contradicción” entre la conciliación laboral y familiar con una productividad y flexibilidad horaria que se une a otra incoherencia: mientras se incrementa un 10 por ciento el número de empresas TIC en la región, disminuye el empleo de este tipo de trabajadores en un 22 por ciento y la facturación de estas empresas cae un 15,27 por ciento.
Contradicciones que también, apuntó De Margarida, se producen con las políticas de la Unión Europea trasladadas a los estados miembros a través de los fondos Next Generation, ya que mientras estos apuestan por la digitalización, las empresas de la Comunidad no lo hacen debido a, según el director de ECOVA Estudios, “la incertidumbre por las futuras normas digitales, los altos costes de inversión y la falta de perfiles cualificados”.
Falta de profesionales TIC
Y es que, según reflejó De Margarida, en Castilla y León “faltan técnicos de calidad, especializados, para afrontar estos cambios que está habiendo” y ante los que “no hay suficientes profesionales TIC” debido a que las innovaciones en las “formas de hacer” requieren de trabajadores con perfiles que “se tienen que ir creando”.
Para ello, el director de ECOVA Estudios llamó a las universidades a “adaptarse a los cambios de la realidad socioeconómica de las empresas y a lo que pide la Unión Europea”, así como las empresas, porque “a partir de la pandemia, hay que cambiar la concienciación a la hora de fabricar y producir” para que las empresas de la Comunidad sean “más competitivas a nivel internacional”.
En ese sentido, De Margarida consideró también necesario un dimensionamiento de las compañías e incorporar a la digitalización a sectores donde “falta formación” en esta materia y, por tanto, “les cuesta”, entre los que señaló el comercio minorista, la hostelería y los servicios.
“Tenemos que ir muy rápido en el cambio, hacer un plan estratégico, porque nos va nuestro posicionamiento competitivo e innovador en España, Europa y a nivel internacional”, apuntó el director de ECOVA Estudios, que dio un margen de “diez años como mucho” para acometer un desarrollo en el que también consideró primaria la conectividad del territorio, dado que hoy la ubicación de las empresas digitalizadas se encuentra “fundamentalmente en Valladolid, seguida de León y Burgos”, pero con provincias donde “no existe ninguna compañía ni facturación” en TIC como Zamora o Ávila.
Por todo ello, concluyó De Margarida que es necesario “concentrar empresas y hacerlas más grandes, potentes y competitivas” así como “integrar a las pymes y los autónomos en la transformación digital” frente al “grave retraso” presentado actualmente. “Es determinante que la Junta y las diferentes asociaciones empresariales pongan el foco de atención en la solución de estas realidades con la mayor urgencia para aprovechar los fondos europeos”, sentenció el director de ECOVA Estudios, para quien la capacidad de actuación de las empresas debe ser inmediata “antes de que pierdan la capacidad de reacción y dejen de ser competitivas e innovadoras”.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios