La USAL colabora en la investigación de la formación de la Antártida y la evolución del clima terrestre en la expedición oceanográfica ‘POWELL 2020

El catedrático y miembro del Grupo de Geociencias Oceánicas de la Universidad de Salamanca José Abel Flores, experto en micropaleontología, estudia a bordo del Hespérides los organismos y los microfósiles recuperados en la campaña. La iniciativa se enmarca en el proyecto de investigación del Plan Nacional ‘TASDRACC-Eventos tectónicos y oceanográficos en el desarrollo de la Corriente Circumpolar Antártica y su relación con la evolución paleoclimática y del casquete de hielos’.

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Hace 200 millones de años el hemisferio sur de la Tierra estaba ocupado por el supercontinente Gondwana cuya pieza central era la Antártida y, anexionados a ella, estaban las masas continentales que después serían Sudamérica, África, Australia, Nueva Zelanda, el Indostán y Madagascar. Cuando 180 millones de años atrás comenzó la ruptura y progresiva separación y deriva de los continentes, las dos últimas piezas en separarse fueron las conexiones de la Antártida con Tasmania y con Sudamérica. La apertura de los pasos oceánicos de Tasmania y de Drake-Scotia (entre la Península Antártica y Sudamérica) favorecieron el desarrollo de la Corriente Circumpolar Antártica (CCA), que conecta todos los océanos meridionales y que juega un papel muy importante en el clima del planeta mediante la distribución del calor, nutrientes, sal, carbono, así como en el intercambio de gases entre la atmósfera y el océano.

En este sentido, la Universidad de Salamanca participa a bordo del buque de investigación oceanográfica Hespérides hasta el próximo 30 de enero en la campaña oceanográfica POWELL 2020, que tiene como principal objetivo identificar las edades de los principales eventos y procesos (tectónicos, oceanográficos y climáticos) que condujeron a la separación de la Antártida de América del Sur, el desarrollo de la Corriente Circumpolar Antártica (CCA) y su relación con la evolución climática global y los casquetes de hielo Antárticos.

La expedición se enmarca en el proyecto de investigación del Plan Nacional “TASDRACC- Eventos tectónicos y oceanográficos en el desarrollo de la Corriente Circumpolar Antártica (ACC) y su relación con la evolución paleoclimática y del casquete de hielos (CTM2017-89711-C2-1-P/CTM2017-89711-C2-2-P)”, coordinado entre el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT, CSIC-Univ. de Granada) y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME). En ella participan un total de 22 investigadores de diferentes universidades y centros de investigación como, IACT, IGME, Instituto Hidrográfico de la Marina, Stanford University, Colgate University (USA), Royal Holloway de Londres, British Antarctic Survey (GB), Universidad de Bordeaux (Francia), Victoria University of Wellington (Nueva Zelanda) o la Universidad de Salamanca.

En este sentido, el experto en micropaleontología José-Abel Flores, catedrático del Departamento de Geología y miembro del Grupo de Geociencias Oceánicas de la USAL, participa en la iniciativa desarrollando labores de estudio de microfósiles para la datación del material sedimentario que se va recuperando en la campaña, así como en la investigación de los organismos recuperados en la columna de agua. Cabe destacar, que entre los objetivos de la expedición figura la realización de trabajos que permitan a los científicos disponer de mayor información acerca de las características del microplancton calcáreo y silíceo en el entorno antártico y subantártico y sus relaciones con los parámetros físico-químicos.

Geofísica y Geología

La tendencia al calentamiento climático que sufre el planeta se prevé fortalezca los vientos del oeste del hemisferio sur y provoque un desplazamiento de la CCA hacia el polo. Las consecuencias de este desplazamiento incluyen: el fortalecimiento del afloramiento, el transporte del calor y del carbono y la alteración de la estabilidad de ciertos sectores de los casquetes de hielo Antárticos y, por ende, modificaciones del nivel del mar. Para poner estos cambios en perspectiva es fundamental mejorar el conocimiento de las condiciones tectónicas, oceánicas y climáticas que han conducido al inicio y posteriores variaciones de la CCA, con hincapié en el estudio de episodios cálidos en el pasado con altas concentraciones de CO2 atmosférico y temperaturas elevadas como las que se prevén durante este siglo (IPCC 2013).

Durante la campaña antártica POWELL 2020 se realizarán estudios geofísicos, que permiten el estudio de la estructura de la corteza terrestre, y estudios geológicos, que posibilitan el estudio de condiciones ambientales pasadas (incluida la evolución del clima terrestre en el pasado geológico). En concreto, se estudiará la Cuenca Powell y el Microcontinente de las Orcadas del Sur (MOS). Los estudios geofísicos y geológicos están enfocados a revelar procesos tectónicos y condiciones oceanográficas y climáticas existentes entre 35 y 17 millones de años. En este período tienen lugar las primeras fases de la formación del paso Drake-Scotia mediante la separación del MOS de la Península Antártica y la formación de la Cuenca de Powell. Asimismo, es durante este período cuando se producen tres de los umbrales más críticos en la evolución del clima terrestre. El objetivo es entender qué papel han jugado la apertura tectónica del Paso de Drake y el desarrollo de la CCA en estos umbrales.

Biología marina/micropaleontología

Los sectores antárticos y subantárticos constituyen una región clave en la producción primaria de la Tierra. La CCA y los frentes oceánicos asociados determinan una serie de fenómenos de surgencia que dan lugar a una eclosión de vida, materializada esencialmente en el plancton de microalgas.

Las características de navegabilidad y meteorológicas hacen que, de esta región remota, pese a disponer de información, no se posea tanta como la que se tiene registrada de otras latitudes. En la Campaña Powell 2020 se ha diseñado un experimento pluridisciplinar con participación de un equipo internacional que recogerá distintos tipos de material y muestras desde el mismo puerto de partida en Ushuaia, hasta el mismo contacto con el hielo de glaciares o mar helado.

Contar con esta información detallada y actualizada es esencial para establecer referencias de partida y estimar las modificaciones que puedan darse en los próximos años.

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