Cuando la vida se esfuma en segundos: las carreteras zamoranas se tiñen de luto con siete fallecidos
La tragedia vuelve a sacudir la provincia y la totalidad de los accidentes mortales se concentra en tres meses
El balance de siniestros mortales y fallecidos en accidentes de tráfico en los primeros siete meses de 2025 en Zamora deja las dos caras de la moneda muy marcadas. Si por un lado es preocupante y entristecedor debido a que se han producido seis fatídicos accidentes mortales que han tenido como consecuencia la muerte de siete personas que, en diferentes circunstancias, han dejado familias rotas, por otro lado, el balance es muy positivo si se compara con el mismo periodo del año anterior, que fue especialmente trágico.
Si comparamos los accidentes mortales y los fallecidos en vías interurbanas en el mismo periodo del año anterior las cifras son positivas dentro del drama que igualmente suponen las mismas, y es que entre enero y julio de 2024 se habían producido en la provincia 13 siniestros mortales que acabaron con la vida de 14 personas, aunque lo peor estaba por llegar y la provincia experimentaría uno de los últimos años más negros, puesto que concluyó con 21 muertes en las carreteras.
Respecto a este 2025 llama la atención que los tres primeros meses del año concluyeron sin fallecidos en accidente de tráfico en las vías interurbanas de Zamora, si bien esa ansiada cifra conseguida cambiaría y volvería a empañar las carreteras de luto en los meses de abril, junio y julio, en los que se han englobado la totalidad de los accidentes.
Los accidentes mortales de este año en Zamora, uno por uno
Precisamente el 1 de abril se rompía la buena racha en las carreteras de la provincia y se procedía el primer accidente mortal del año. Una mujer de unos 71 años sufría un vuelco en el turismo en el que viajaba en la N-525 en el término municipal de Santa Cristina de la Polvorosa y no se podía hacer nada por su vida.
Ni 24 horas habían pasado de este trágico suceso cuando se producía la segunda víctima mortal en las carreteras de Zamora, en esta ocasión con la muerte de un varón de 69 años tras el vuelco de un tractor, en el que quedó atrapado, en la ZA-L-2692, en la entrada de la localidad de Limianos de Sanabria. Poco después se conocería que el fallecido era Pedro Fernández, delegado comarcal de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en la comarca zamorana de Sanabria.
Tras más de dos meses de tranquilidad, el 10 de junio la tristeza regresaba a las vías zamoranas y era un hombre de unos 50 años, conductor de un camión, el que perdía la vida tras salirse de la vía con su vehículo y volcar en el tramo que enlaza la salida de la autovía A-66, en el kilómetro 277 sentido norte, con la autovía ZA-12, en Monfarracinos.
Ocho días después la provincia lamentaba otra trágica muerte. Un joven de 18 años vecino de Quiruelas de Vidriales perdía la vida tras un accidente entre un camión y la moto en la que viajaba en el kilómetro 14 de la N-525.
Los dos últimos accidentes mortales se han producido en el mes de julio dejando tres fallecidos. En el primero de ellos, el pasado 3 de julio, dos jóvenes de 26 y 28 años perdían la vida en un accidente ocurrido a la altura del kilómetro 65 de la A-52, en el término municipal de Cernadilla. Horas después se conocía que los fallecidos eran el portugués Diogo Jota, jugador del Liverpool FC, y su hermano André, jugador del Peñafiel, un hecho que estremecía a la provincia y al ámbito del deporte a nivel mundial.
El último accidente con terribles consecuencias que se ha producido en la provincia tuvo lugar el pasado 22 de julio cuando la colisión frontal de dos vehículos en la ZA-P-2106 entre Toro y San Román de Hornija se saldaba con la muerte de un varón de 62 años que falleció en el acto a consecuencia del impacto.
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