El Consejo de Gobierno extraordinario celebrado en las últimas horas daba luz verde al acuerdo por el que se limita parcial y temporalmente la libertad de circulación de las personas “por motivos muy graves de salud pública”. Este toque de queda entraba en vigor este sábado a las 22.00 horas y tendrá vigencia hasta las seis de la mañana para un periodo establecido de 14 días naturales. Será el primer toque de queda prolongado de la democracia, tras el decretado el 23-F durante unas escasas horas.
El acuerdo, publicado en el BOCyL, valora que, para el control de riesgos por la transmisión comunitaria en todo el territorio de Castilla y León por el COVID-19, únicamente se podrá circular por vías y espacios públicos para la adquisición de productos farmacéuticos y de primera necesidad; la asistencia a centros, servicios y establecimientos sanitarios; el desplazamiento al lugar e trabajo; la asistencia y cuidado de mayores, menores, dependientes o personas con discapacidad y vulnerables; por causa de fuerza mayor; o para el retorno al lugar de residencia habitual tras haber realizado las actividades anteriores.
La circulación de vehículos por carretera y viales que transcurran o atraviesen el ámbito territorial de Castilla y León estará permitida siempre y cuando tengan origen y destino fuera del mismo. En todo caso, en cualquier desplazamiento permitido efectuado durante esas horas, deberán respetarse las órdenes y obligaciones dictadas por las autoridades sanitarias.
Para controlar todo eso, la Guardia Civil de Zamora instalaba controles este sábado por la noche en las salidas y accesos a Zamora, reforzando la presencia de agentes en zonas como el corredor de Roales o la salida hacia Morales del Vino. Un trabajo que se ha complementado por el desarrollado por la Guardia Civil en los diferentes pueblos de la provincia en los que tiene presencia con sus patrullas.