Los agentes de la Guardia Civil de Zamora no sospechaban lo que estaba por llegar en la madrugada del pasado miércoles cuando recibieron una llamada que informaba de que una mujer embarazada de 41 semanas viajaba en coche con contracciones y que el parto parecía inminente.
Tras constatar que se requería atención inmediata y que el parto era inminente, los agentes se desplazaron hasta el lugar donde se encontraba y, en el interior del vehículo, los guardias civiles asistieron el nacimiento del bebé.
Tras su traslado inicialmente al hospital comarcal de Benavente, donde se confirmó en una primera evaluación que tanto la madre como el recién nacido se encontraban en buen estado, la mujer y su bebé, Atila, fueron trasladados en UVI móvil al Hospital Virgen de la Concha de Zamora.
Ahora, los agentes Antonio y David, quienes asistieron el parto del pequeño Atila en ese servicio emocionante, han visitado a la madre y al bebé en el hospital Virgen de la Concha para constatar que se encuentran en buen estado, intercambiar impresiones y llevarles unos regalos.
La madre no ha dudado en señalar: “Estuvieron en todo momento hablando conmigo, nos ayudaron en todo momento”.
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