La Virgen de La Saleta resplandece con su manto bordado en oro durante su recorrido por las principales arterias de Zamora

El cielo estaba oscuro, pero la luz la aportaban los feligreses que acompañaban a la Virgen de La Saleta. Con una vela en mano y en un acto solemne, los zamoranos arropaban a la Virgen, que salió de la iglesia de San Torcuato, este año envuelta en un manto exquisito y novedoso, bordado en oro durante ocho años en el taller de bordado de la propia cofradía.

Las miradas se alzaban hacia la Virgen mientras recorría su trayecto, con la pequeña vela aún en la mano. El emotivo y solemne recorrido, por una de las principales arterias de la ciudad, transcurrió en un ambiente de calma, con el aire impregnado de un suave aroma de tranquilidad. Las buenas temperaturas invitaban a los zamoranos a contemplar y acompañar a la Virgen en su camino, que avanzaba por las calles de San Torcuato, la plaza de Sagasta, Santa Clara y Benavente.

Este sábado se celebrará el segundo día del triduo a las 20:00 horas, mientras que la tercera jornada tendrá lugar el domingo a las 13:00 horas, seguida de la tradicional comida de hermandad.