Francisco Guarido ya ha destapado sus cartas. El alcalde explicó este miércoles cuál será el organigrama de su equipo de gobierno para los próximos cuatro años. El reparto de las áreas en sus diez concejales le deja sin ningún cargo concreto, pero el propio primer edil ya advirtió su intención de mantenerse al tanto de los diferentes asuntos: "Voy a ser el alcalde para todos", apuntó.

En ese sentido, a nadie se le escapa que hay aspectos del nuevo gobierno que Guarido tratará de controlar de forma personal. Por ejemplo, el tema del Urbanismo, cuya delegación ha recaído en Romualdo Fernández, junto a los asuntos de Obras y Medio Ambiente. El alcalde estará especialmente pendiente de la puesta en funcionamiento de este área, así como de otras, como la de los impuestos.

De este modo, resulta evidente que Guarido intentará que no se le escape nada de lo que suceda en el Ayuntamiento. Sus años en solitario o con poca compañía en la oposición le han permitido adquirir un conocimiento básico de todas las áreas, por lo que el máximo responsable municipal ya mostró su intención de "ayudar a todos los concejales" y "no estar de miranda" dentro del nuevo equipo de gobierno.

Asimismo, el nombramiento de Miguel Ángel Viñas como portavoz refuerza la idea de que Guarido pretende darle galones a sus personas de confianza, a pesar de que, en la presentación del organigrama, aludió al "bloque monolítico" en el que pretende convertir el Ayuntamiento, una institución que intentará gobernar desde ningun sitio en concreto y desde todos a la vez.

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