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A vueltas con las piscinas

A vueltas con las piscinas

El asunto de la apertura de las piscinas en Zamora roza lo kafkiano. Este miércoles, las dos nuevas calderas de la Sindical, encendidas esa misma mañana, comenzaron a arder por causa de su propia actividad. El incendio, como es lógico, frenó su funcionamiento y obligará a la empresa que instaló ambos generadores a reponerlos. Este proceso le llevará unos días y retrasará de nuevo la puesta en marcha de una instalación deportiva que le está dando más quebraderos de cabeza de los previstos al nuevo equipo de gobierno.

Los problemas con las piscinas empezaron en verano y dieron lugar a las primeras polémicas entre Izquierda Unida y Partido Popular. El motivo, las quejas de la oposición por la tardanza del equipo de gobierno a la hora de abrir las instalaciones de Higueras y de la Sindical, y los reproches de Guarido y los suyos a sus predecesores en la gestión, ante lo que consideraban una herencia envenenada. Finalmente, los zamoranos pudieron acceder a todos los recintos de baño a partir del 14 de julio.

Parecía que el asunto se iba a quedar ahí, pero con la llegada de la temporada invernal, el equipo de gobierno volvió a salir a la palestra para denunciar el estado de las instalaciones de la Sindical. En una rueda de prensa posterior a una Junta de Gobierno, Miguel Ángel Viñas informó de las deficiencias de las calderas y de otras zonas del complejo deportivo y anunció el inicio de unas obras por valor de algo menos de 40.000 euros.

Este anuncio llegó una vez el Partido Popular había vuelto a advertir del retraso en la apertura de una piscina que debería haberse puesto en marcha en el mes de octubre. Viñas insistió en su día en que los clubes estaban al tanto de la situación, agradeció su paciencia y fijó la fecha probable de inicio de la actividad de la Sindical en el martes 2 de noviembre.

Ese día, el portavoz del equipo de gobierno volvió a ser requerido por la cuestión y aludió a un fallo en una caldera para justificar la no apertura de la piscina. Según explicó después el concejal de Deportes, Manuel Alesander Alonso, el error provenía de una válvula y fue subsanado unas horas después sin mayor demora. Las calderas se encendieron este miércoles por la mañana con la previsión de que el agua estuviese a punto para el viernes.

Sin embargo, alguna maldición parece estar afectando a las piscinas de Zamora y, a primera hora de la tarde del mismo miércoles, las dos nuevas calderas instaladas por la empresa Tecnaire comenzaron a arder. Incrédulo, Alonso acudió para comprobar in situ que, efectivamente, los nuevos generadores se habían quemado. Tocará reponerlos y habrá más retrasos. Es, nunca mejor dicho, la gota que colma el vaso, o como dijo Francisco Guarido en las explicaciones posteriores, con la resignación marcada en su rostro, "un azar insoportable".

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