El obispo de Zamora, Fernando Valera, y el vicario general de la Diócesis, César Salvador, han presentado los resultados de las cuentas de la Diócesis de Zamora que en estos momentos presenta una situación que conlleva a realizar nuevas acciones.
Valera ha reconocido que van apareciendo una serie de problemas con un déficit estructural de en torno a 600.000 euros y de unos 500.000 euros en las parroquias, así como un déficit en la conservación y arreglo de los templos de en torno a un millón de euros, siendo estas unas realidades que se han ido solventando vendiendo patrimonio.
Por ello, el obispo ha dado a conocer que esta situación va a exigir un plan de sostenibilidad porque “no tenemos muchos ingresos, cada vez hay más gastos y el patrimonio hay que sostenerlo” ya que solamente cuentan con un 10 o 15% de autofinanciación y dependen en gran parte del exterior y por ello están buscando la forma de solventar la situación que pasa por la contratación de una empresa “que nos diga la viabilidad de la diócesis y que se adecúe a ingresos y gastos.
LAS CUENTAS
El vicario general, César Salvador, ha presentado los datos más significativos de las cuentas de la estructura de la diócesis y de las parroquias, sin incluir algunas instituciones que tienen autonomía propia como Cáritas, conventos o colegios de religiosas.
Así, destaca que de los 5.313.000 euros de ingresos, 1.940.000 euros proceden de la asignación tributaria de la declaración de la renta, lo que supone un 36% de los ingresos de la diócesis, siguiendo las aportaciones de los fieles que ascienden a 291.000 euros, habiéndose duplicado esta aportación en el último año, mientras que en tercer lugar destacan las subvenciones públicas que ascienden a 284.000 euros que permiten, entre otras cosas, abrir iglesias al turismo.
Precisamente, con 45 templos declarados Bien de Interés Cultural en la Diócesis de Zamora, en estos momentos hay 21 templos abiertos al turismo con sus respectivos trabajadores, suponiendo este hecho un gasto de un millón de euros, lo que supone el 20% del total.
Además de este principal gasto, en este capítulo destacan también las retribuciones de los 129 sacerdotes y religiosos de la diócesis que ascienden a 900.000 euros, así como los sueldos y la seguridad social de aquellos trabajadores laicos que forman parte de la misma suponiendo un gasto de 725.000 euros.
Por último, en cuanto a las 304 parroquias de la Diócesis de Zamora, estas han contado con unos ingresos de 1.630.000 euros mientras que los gastos han ascendido a 2.119.ooo euros, dejando un desfase de 500.000 euros de más que han perdido de poder adquisitivo. Este hecho lo achaca el vicario general a la “factura de la pandemia” puesto que ha habido menos celebraciones, templos cerrados y aforos limitados.
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