El Zamora CF viaja este sábado hasta Coruña tras ganar al Calahorra en el Ruta de la Plata. Una última victoria que servirá de revulsivo ante el gran reto que supone enfrentarse a los herculinos en su feudo.
Con la moral casi recuperada, los de Movilla desembarcarán en Riazor tratando de dar la cara ante un nivel de primerísimo nivel, tal y como ha recocido el propio técnico.
Estar a la altura será uno de los principales objetivos del cuadro rojiblanco, en un encuentro que además tiene un gran componente psicológico añadido en contra. La afición de los blanquiazules es una de las más férreas y remarán junto a su equipo para alcanzar la victoria creando una atmósfera minadora para el rival.
Sin embargo, lejos de doblegarse el Zamora CF tratará de alcanzar el nivel que impone un rival como el Dépor además de no dejarles la sensación de haber jugado un partido fácil.
En definitiva, una de las grandes claves de este encuentro será que la plantilla zamorana imponga su carácter y consiga prolongar en el tiempo la sensación de cambio de tendencia.
La cartera defensiva del vasco se ve tocada para este partido ya que serán tres las bajas con las que cuente para el partido. Xisco y Jonmi, se encuentran lesionados, a los que se suma la sanción de Cordero. Un hándicap que tratarán de revertir con una mayor intensidad ofensiva.
El encuentro se jugará a las 17.00 horas en el estadio de Riazor en el que el Zamora CF se enfrentará a un Deportivo que selló con un 2-0 su último encuentro frente a los rojiblancos el pasado mes de marzo, cuando los de Movilla se encontraban ante un paradigma muy distinto.