Zamora conocerá a su nuevo obispo el próximo 2020

El administrador diocesano, nombrado tras el fallecimiento del Obispo, José Francisco Matías, ha informado este jueves de los plazos a seguir para la elección del nuevo prelado de la Diócesis de Zamora. 

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El pasado mes de septiembre se conocía la triste noticia del fallecimiento del obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán que dió paso al nombrimiento del nuevo administrador diocesano, José Francisco Matías, hasta el momento en el que se designe un nuevo prelado para la Diócesis de Zamora.

Ha sido el propio José Francisco Matías quien ha expuesto los plazos a seguir para el nuevo nombramiento. El primer paso fue comunicar el fallecimiento a la Nunciatura Apostólica en Madrid, al Obispo Metropolitano de la Provincia Eclesiástica (Valladolid) a la que pertenece Zamora y al Secretario de la Conferencia Episcopal Española (Mons. Luis Argüello, Obispo auxiliar de Valladolid).

Tras ello, la Nunciatura se pondrá en conocimiento de Roma que será quién decida. Un proceso que abre dos caminos uno, el nombramiento de un Administrador Apostólico (Obispo) y dos que sea el Colegio de Consultores de la Diócesis quién elija un Administrador Diocesano.

 La Nunciatura comunicó el mismo día del funeral, a través de Mons. Michael-F. Crotty (Encargado del negociado, al no haber nuncio, por cumplimiento de la edad del anterior) que sea el Colegio quién decida. El Colegio se reuninó el martes, día 24, y, en primera votación salió elegido José francisco matías, que acepto el cargo. A partir de ese momento, se comunica a la Nunciatura Apostólica, al Metropolitano y al Secretario de la Conferencia Episcopal Española.

El administrador diocesano ha realizado un comunicado para aclarar a los zamoranos cuál es su papel a partir de ahora y hasta el nombramiento del nuevo obispo:

"¿Qué se me pide a mí, ahora, en la espera de un nuevo Obispo; y, por tanto, en una nueva etapa? Retos, muchos.

1. Conservar el fuerte sentimiento religioso de nuestras gentes, la vivencia de lo religioso tiene mucho que decir en nuestra sociedad zamorana: celebraciones dominicales (celebrantes de la palabra), catequesis bien organizada, una Cáritas con una gran amplitud de programas y repuestas a tantas situaciones de necesidad (mundo de los excluidos, de los tocados por la marginación, de los ancianos,…), las cofradías y hermandades, el patrimonio cultural, la presencia de la Iglesia en los lugares más recónditos, … esto hay que cuidarlo, hay que potenciarlo y hay que insuflarlo de esperanza, pues corren tiempos recios.

2. Promocionar la corresponsabilidad en la misión y favorecer una mayor participación de los laicos en la vida de la Iglesia. Formación.

3. Buscar espacios de encuentro con grupos, movimientos, instituciones que favorezcan una regeneración de la esperanza, una preocupación compartida por la persona y su calidad de vida, un desmontaje de tierra vaciada y gente desesperanzada.

4. Y el camino a seguir, llevarlo a cabo con realismo, esperanza, compromiso personal y alegría. En la forma de hacer el camino está la felicidad, decía el filósofo Platón.


¿Aspectos a tener en cuenta? Todos los que formen lo que ha de ser la estructura y esencia de la Iglesia: sacramentos, vocaciones, manifestaciones de la fe, espiritualidad, compromiso con la transformación de la realidad, presencia en el mundo de la cultura, interés y preocupación por toda persona, el mundo de los necesitados de todo tipo,…"

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