Zamora despide una atípica Semana Santa con su plato más típico: el “dos y pingada”

Los zamoranos disfrutarán este domingo de los huevos fritos y el jamón para decir adiós a otro año atípico de Semana Santa.

Zamora despide la Semana Santa tomando el “dos y pingada”
Zamora despide la Semana Santa tomando el “dos y pingada”

El “dos y pingada” es una de las recetas típicas de la gastronomía zamorana de Semana Santa que tradicionalmente comían los vecinos del barrio de la Horta al terminar la procesión de la Resurrección. Una tradición que ahora se ha extendido a toda la ciudad.

Aunque el “dos y pingada” está compuesto de huevos fritos y rodajas del jamón de cerdo a medio curar, en los restaurantes en los últimos años se le suele añadir también otros embutidos y productos del cerdo como chorizo, lomo o panceta. Todos ellos son alimentos prohibidos instantes antes, por lo que este acto viene a indicar la finalización del ayuno cuaresmal.

Año tras año crecían los zamoranos que salían a los establecimientos hosteleros de Zamora para probar este plato, incluso había grupos de ciudadanos que se congregaban en el bosque de Valorio, si el tiempo lo permitía, para disfrutar de esta preparación.

Pero el año pasado esa tradición se rompió por culpa del confinamiento, y todas las familias tuvieron que cocinar esta comida en sus hogares. En esta ocasión, la situación está algo más relajada y algunos sí podrán degustar este plato en los establecimientos de la ciudad, aunque sea divididos en varios grupos para cumplir la normativa sanitaria.

Esta comida además de simbolizar el final de la Semana Santa, también simboliza en muchos casos la partida de muchos zamoranos a sus lugares de trabajo o estudio tras unos días en su tierra natal. En esta ocasión, ese viaje de vuelta debería ser testimonial dadas las restricciones impuestas que han impedido los viajes entre comunidades.

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