Zamora, excepción en natalidad y líder en mortalidad: suben los nacimientos un 2,3% y las muertes un 7,9%

Los nacimientos en Castilla y León acumularon un descenso del 1,2% en el primer semestre de 2025, quedándose en 6.164 frente a los 6.240 del mismo periodo de 2024, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recogidos por la Agencia Ical. Esta evolución contrasta con la media nacional, que registró una subida del 0,6%, alcanzando los 155.635 nacimientos en el conjunto de España.

En este contexto de retroceso, Zamora destacó como una de las excepciones. La provincia registró 358 nacimientos entre enero y junio, un 2,3% más que en 2024, situándose junto a Soria, que encabezó la subida con un 4,7% (245 alumbramientos), y Valladolid, con un 0,9% más (1.512). En el resto de territorios de la Comunidad, las cifras descendieron: Palencia lideró la caída con un 6,5% menos (373), seguida de Salamanca, con un descenso del 5% (811); Ávila, con un 3,2% menos (419); Segovia, con un 3,1% (443); León, con un 0,6% menos (1.009), y Burgos, con una bajada del 0,5% (995).

Defunciones en alza

El apartado de mortalidad muestra un panorama bien distinto. Las muertes crecieron un 0,3% en Castilla y León hasta agosto, alcanzando un total de 17.680. Sin embargo, el comportamiento provincial fue desigual.

En Zamora, los fallecimientos sumaron 1.680 entre enero y agosto, un 7,9% más que el año anterior, situándose entre los mayores aumentos de la Comunidad. Solo Burgos registró un incremento más alto, con un 8,7% y 2.657 defunciones. También Ávila presentó un leve repunte del 0,3% (1.278).

Por el contrario, varias provincias experimentaron descensos en la mortalidad acumulada hasta la semana 31 del año. Salamanca redujo un 4,2% sus muertes (2.282), Segovia un 3,2% (976), Soria un 2% (689), León un 1,8% (3.709), Palencia un 1,6% (1.304) y Valladolid un 1,2% (3.106).

Una paradoja demográfica

Los datos reflejan una paradoja en la evolución demográfica de Zamora, que mejora en natalidad frente a la media autonómica, pero al mismo tiempo experimenta un notable aumento en la mortalidad. Esta combinación sitúa a la provincia en una posición singular dentro de Castilla y León, donde las tendencias de población siguen marcadas por un envejecimiento acusado y una natalidad insuficiente para compensar las defunciones.