Un total de 45 perros guía de la ONCE acompañan durante estos días de confinamiento a las personas ciegas de Castilla y León, aportando plena autonomía y seguridad en sus desplazamientos al convertirse en los ojos de quien no puede ver, habiendo tres de ellos en la provincia de Zamora. Estas personas agradecen a los perros poder seguir siendo autónomas para afrontar y superar la situación.
Desde la entrada en vigor del estado de alarma por el COVID-19, los perros guía también se quedan en casa y sólo salen a la calle para acompañar a las personas ciegas a cubrir sus necesidades básicas como realizar la compra en un supermercado, adquirir medicamentos en una farmacia o asistir a una consulta médica. Siempre lo hacen con el arnés que los identifica como perros guía, y sin acercarse a otros perros ni sus propietarios.
Ante esta situación la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG) recuerda que ni las personas ciegas ni sus perros tienen capacidad de conocer la distancia de seguridad recomendada por las autoridades (2 metros) para evitar posibles contagios. Por ello pide ayuda a la ciudadanía para que, en distintas situaciones diarias, les indiquen mediante la voz y no el tacto, la zona correcta que permita cumplir con la normativa vigente.
Además, con motivo del Día Internacional del Perro Guía (29 de abril), la FOPG quiere reconocer la labor desinteresada de las cerca de 250 familias educadoras de cachorros o cuidadoras de los ejemplares reproductores que, ahora más que nunca, contribuyen con su colaboración a la importante tarea de lograr que las personas ciegas de nuestro país tengan la opción de contar con un perro guía que mejore su movilidad.
Durante esta etapa de confinamiento la labor de la FOPG continúa con normalidad, manteniendo la seguridad de todo su personal que trabaja con la prioridad de cuidar el bienestar y la atención que sus perros merecen y necesitan.
Perros Guía de la ONCE
La ONCE tiene como una de sus máximas la integración de las personas ciegas en la sociedad. El empleo, las relaciones sociales y culturales y la autonomía personal son los pilares sobre los que se apoya esa integración.
En un entorno cada vez más complejo, la necesidad de moverse con independencia y seguridad obliga a las personas ciegas a apostar cada vez más por una solución ágil y fiable: el perro guía. Atesora un esmerado adiestramiento que le convierte en el mejor instrumento de movilidad de una persona ciega y le otorga la misión de convertirse en los ojos de quien no puede ver.
Por ello, la ONCE creó la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG) hace más de treinta años, adoptando el modelo de las escuelas de perros guía europeas y norteamericanas. Ubicadas en Boadilla del Monte (Madrid), sus actuales instalaciones dan cabida a todos los servicios: crianza, alojamiento y cuidado de cachorros, entrenamiento e instrucción de perros, clínica veterinaria, albergue para perros jubilados y residencia para la formación de los usuarios de perro guía.
En su trayectoria la Fundación ONCE del Perro Guía ha facilitado más de 3.000 perros a las personas ciegas o con discapacidad visual para mejorar su autonomía, desplazamientos y seguridad, convirtiendo a estos animales en un vecino más. Las razas más utilizadas son labrador retriever, golden retriever, pastor alemán y flat coated retriever. Cabe destacar que las leyes reconocen el derecho de los usuarios a deambular y permanecer, acompañado de su perro guía, en transportes y lugares públicos o de uso público.
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