Frío, y mucho, en la primera mañana del 2020. Las temperaturas bajo cero acompañadas de la niebla han hecho que la cencellada regrese un año más a Zamora, en este caso en el inicio de 2020, dejando estampas navideñas e invernales.
Han sido muchos los que han decidido fotografiarlas y disfrutarlas desafiando al frío que ha invadido las calles de la ciudad. Y es que Zamora amanecía cubierta bajo un manto blanco que, pudiendo parecer nieve, era el resultado del desplome de los termómetros acompañado de una niebla intensa que dieron lugar a lo que se conoce como cencellada.
Lejos de desaparecer en las primeras horas del día, las estampas se han podido vivir durante la primera mitad del día.