El número o índice reproductivo básico (R0) viene a reflejar el nivel de transmisión del virus. Alcanzar un número menor a uno era el objetivo marcado por el Gobierno cuando se decretó el estado de alarma. Alcanzar este objetivo suponía abrir las puertas a la desescalada. Pese a que este índice es sensible a cambios, Castilla y León se mantiene por debajo de uno, pero seis de sus provincias lo superan, entre ellas Zamora cuyo índice se eleva hasta el 1,51%.
Esto supone que Zamora se mantiene líder de la comunidad en el promedio de casos secundarios de una enfermedad causados por un caso primario. Lo que traducido informa de que el nivel de propagación de contagios de la provincia se encuentra muy por encima del número deseado por las directrices del Gobierno para esas fases de desescalada.
"Castilla y León no termina de bajar", han sido las palabras de la consejera de Sanidad a este respecto, pese a que los datos globales de la comunidad, tanto nuevos casos, como fallecidos si dejan atisbar un ligero descenso de casos en el territorio. La propia Verónica Casado ha reiterado que la razón de desescalada será la de la "prevención" poniendo ejemplo el caso de Corea, donde solo una persona ha provocado 80 nuevos casos.
Un ejemplo que trasladado a nuestra provincia, refleja como el índice reproductivo básico, aún presenta un riesgo en la población, o al menos un sesgo muy superior al marcado por los epidemiologos, en cuanto a nivel de propagación se refiere.
Tras Zamora, los peores datos le siguen en Salamanca con 1,26%, 1,14 en León, 1,14 en Palencia, 1,05 en Valladolid y Segovia, con 0,97 en Soria, 0,81 en Ávila y 0,65 en Burgos.
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