El primer semestre de 2024, por primera vez en unos años, mostraba una reversión de la tendencia negativa que la provincia de Zamora venía sufriendo en relación con los nacimientos. Ese ‘salvavidas’ contra la despoblación que parecía no llegar y, aunque tímidamente, los cambios van llegando. Tanto es así, que en el mes de julio se registró la mejor cifra de nacimientos de lo que va de año, con un total de 71, lo que eleva la cifra total hasta los 424 nacimientos en 2024 en la provincia. No obstante, se mantiene la triste realidad del resto del año, y es que por cada nacimiento se producen cuatro muertes.
Según los últimos datos emitidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), afortunadamente la tendencia sigue siendo ascendente, tras alcanzar en mayo el pico negativo del año, con tan solo 53 alumbramientos. Si bien la diferencia entre mayo y junio era tan solo de dos alumbramientos más en junio, durante el mes de julio la cifra se ha incrementado hasta una diferencia de 16 con respecto a junio, y cinco más que en julio de 2023, marcando una tendencia claramente positiva. Si bien únicamente ha sido de los más bajos en los últimos cinco años, es de reseñar también que en el cómputo de los primeros siete meses, este 2024 se ha situado, con 424, como el año con mayor número de alumbramientos de los últimos cuatro.
A pesar de la tendencia positiva de los nacimientos, la situación sigue siendo preocupante en Zamora, más aún si lo comparamos con las muertes que se produjeron en la provincia de Zamora en el mismo periodo, entre enero y junio de 2024. En concreto, en Zamora se produjeron un total de 1.438 fallecimientos durante ese periodo (hasta el 1 de julio) que deja patente que por cada nacimiento en la provincia se producían hasta cuatro muertes. Con los datos del mes de julio, la situación no mejora, pues esa cifra se ha incrementado en otras 439 muertes, hasta las 1.787.
Esta cifra de muertes en la trigesimoquinta semana del año contrasta de manera muy poco halagüeña con la cifra del pasado año en la misma semana, cuando se habían producido 38 muertes menos, es decir, 1.749 hasta alcanzar las 2.560 que se produjeron a final de año. Esa cifra, de mantenerse la mortalidad media de lo que va de año se superaría a final de año.
Estas cifras no son solo datos, muchas familias han quedado destrozadas en este periodo por la pérdida de un ser querido y evidencia, a pesar del cambio positivo de los últimos meses, que Zamora se mantiene estancada en cuanto a nacimientos mientras que las muertes no cesan, dejando a la provincia en una complicada situación.
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