Zamora en números rojos: el pulso demográfico sigue desfavorable pese al repunte de nacimiento en mayo

Un pequeño juega junto a una persona mayor en la localidad vallisoletana de Mayorga
Un pequeño juega junto a una persona mayor en la localidad vallisoletana de Mayorga | Miriam Chacón

En mayo de 2025, la provincia de Zamora registró un total de 59 nacimientos, una cifra que representa un leve repunte en comparación con los meses anteriores de este año, pero que continúa reflejando los desafíos demográficos que afronta la región. Por ponerlo en contexto, en abril se registraron 57 nacimientos, en marzo 62, en febrero 52 y en enero 67. Esto muestra una ligera fluctuación mes a mes, pero sin un incremento significativo que pueda revertir la tendencia a largo plazo.

Al hacer una comparación con los nacimientos del mes de mayo en años anteriores, la cifra de 2025 se sitúa en un punto medio dentro de la serie histórica reciente: en mayo de 2024 hubo 52 nacimientos, en 2023 solo 51, mientras que en 2022 se registraron 60 y en 2021 apenas 47. Este panorama indica que, aunque se observe cierta estabilidad, la natalidad en Zamora permanece baja, lo que es coherente con el fenómeno general de envejecimiento y despoblación que afecta a muchas zonas rurales de España.

Perfil de las madres en mayo de 2025

Un análisis más detallado de la edad de las madres en mayo aporta datos clave para entender la dinámica de la natalidad en Zamora. De los 59 nacimientos, la mayoría correspondió a mujeres entre 30 y 34 años (20 nacimientos), seguidas de cerca por las madres de 35 a 39 años (16 nacimientos). También se registraron 9 nacimientos de madres entre 40 y 44 años, 8 de madres entre 25 y 29 años y 7 de madres de entre 20 y 24 años. No hubo nacimientos registrados para madres menores de 20 años ni para las mayores de 45.

Las defunciones: un reto mayor

Mientras los nacimientos apenas muestran signos de recuperación, la cifra de defunciones en Zamora es mucho más elevada y preocupante. Hasta la semana 27 de 2025, la provincia acumula 1.502 defunciones, una cifra que supera con creces los nacimientos de todo el mes de mayo. En semanas anteriores, el número de defunciones acumuladas fue de 995 en la semana 18, aumentando progresivamente a 1.045 en la semana 19, 1.095 en la semana 20, 1.147 en la semana 21 y 1.210 en la semana 22.

Este desequilibrio entre nacimientos y muertes no solo significa un saldo vegetativo negativo, sino que también refleja un envejecimiento poblacional acentuado. La mortalidad elevada y la baja natalidad combinadas generan un contexto demográfico complejo que amenaza la viabilidad futura de la provincia.

Crisis demográfica

El escenario que muestran los datos para mayo de 2025 pone en evidencia la necesidad urgente de implementar políticas públicas que aborden esta crisis demográfica. El bajo número de nacimientos, especialmente en madres jóvenes, y el alto número de defunciones señalan que Zamora continúa enfrentando retos vinculados al envejecimiento, la despoblación y la sostenibilidad social y económica.

Para revertir esta tendencia, sería clave diseñar estrategias que incentiven la natalidad, mejoren las condiciones de vida y trabajo para las familias jóvenes, y fomenten el retorno o la permanencia de la población joven en la región. Medidas como el apoyo económico a las familias, acceso a servicios de salud reproductiva, facilidades para la conciliación laboral y familiar, y programas de desarrollo rural pueden ser fundamentales.

En definitiva, los datos demográficos de mayo de 2025 en Zamora son una fotografía clara del momento actual: un territorio con un crecimiento natural negativo, donde los nacimientos no compensan las muertes, y donde la maternidad se retrasa a edades mayores. La provincia está en un punto crucial, y el futuro demográfico dependerá en gran medida de las políticas y acciones que se implementen a corto y medio plazo.

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