Zamora pulveriza récords y supera la temperatura máxima histórica del mes de agosto

Zamora se encuentra inmersa en la segunda ola de calor vivida en este mes de agosto, la cuarta del verano, pero esta es la más intensa que se ha vivido hasta el momento y los termómetros zamoranos lo han corroborado.

Ahora sí, la provincia se ha convertido en un auténtico ‘horno’ y la Agencia Estatal de Meteorología registraba este martes la temperatura máxima histórica más alta desde que se dispone de datos para un mes de agosto, llegando a alcanzar en la capital los 41ºC a las 17:40 horas de la tarde.

Y es que hasta el momento la temperatura más alta registrada en un mes de agosto en la provincia la ostentaba también la capital y se alcanzó el 6 de agosto de 2018 con 40,4ºC.

Con avisos de nivel naranja que suponen un riesgo importante, Zamora afrontará este miércoles de nueva jornada de calor anómalo no solo en cuanto a las temperaturas máximas que rondarán los 41 grados sino que también con mínimas excesivamente elevadas que no descenderán de los 24 grados.

A expensas del paso de las horas, o bien Zamora se quedará a las puertas de superar el récord máximo histórico absoluto o incluso podría llegar a sobrepasarlo, pues cabe señalar que el registro más alto se alcanzó el 12 de julio de 2022 cuando se registraron 41,8 grados centígrados.

Por otro lado, cabe resaltar que aunque la mayor parte de la provincia esté en riesgo de nivel naranja, la comarca de Sanabria no alcanzará esos niveles y se situará en riesgo de nivel amarillo con máximas que podrían rondar los 35 grados este miércoles.

Aunque la alerta se mantiene desde el lunes, los avisos estarán vigentes entre las 13:00 y las 21:00 horas de mañana miércoles y el jueves, momentos en los que se deben extremar las precauciones para evitar incidentes.

En concreto, la Agencia de Protección Civil proporciona una serie de recomendaciones para prevenir emergencias como son las siguientes:

• Evitar las actividades al aire libre en las horas centrales del día
• Prestar atención a la población de riesgo –que incluye personas mayores, pacientes con enfermedades crónicas (como pueden ser hipertensión, diabetes, cardiopatías…) y menores de cinco años–.
• Beber de manera regular, incluso aunque no se tenga sed, y abstenerse si es posible de la ingesta de comidas copiosas y calientes.
• La exposición prolongada al sol puede traer consigo la aparición de un golpe de calor, cuyos síntomas suelen ser dolor de cabeza y mareos, náuseas y vómitos, temperatura corporal elevada –incluso por encima de 40º C– con ausencia de sudoración, calentamiento de la piel, desorientación…
• Para ayudar a una persona que sufre un golpe de calor, se recomienda colocarla a la sombra, refrescar con agua fría o hielo –en especial en la cara y las axilas–, despojarle de ropa para airearla y, en el caso de que se encuentre consciente, animarle a que beba agua.
• Se recuerda a la población que el fuego al aire libre está prohibido mientras se mantenga la alerta por incendios.