Zamora se queda atrás en presencia extranjera mientras Castilla y León lidera el crecimiento migratorio
La provincia cuenta con un 8,3% de personas que nacieron en otro país, 4 puntos por debajo de la media regional y 11 de la media nacional
España se ha consolidado como país receptor de inmigración, pero los patrones de concentración de la población de origen extranjero han cambiado. Si en los primeros años del siglo se aglutinaba en la vertiente del Mediterráneo, las zonas insulares y Madrid, con una presencia muy escasa del resto del territorio, a lo largo de las dos últimas décadas, la población extranjera se ha desplegado en la mayor parte de la superficie geográfica nacional.
Pese a mantenerse una mayor densidad en zonas concretas, el fenómeno de la inmigración ha llegado a todos territorios. Un claro ejemplo es Castilla y León, que se ha convertido en la comunidad con el tercer mayor crecimiento de inmigrantes de España desde el año 2021, tras aumentar un 26%. Un porcentaje que solo es superado por la Comunidad Valenciana (29%) y Castilla-La Mancha (27%) y seguida muy de cerca de Asturias (25%).
El Informe sobre la realidad migratoria en España: Prioridades para las políticas públicas, elaborado por el Consejo Económico y Social (CES), señala que la mayor parte de la población inmigrante en 2025 vive en Cataluña (21,5%), Madrid (19%), Valencia (13,9%) y Andalucía (11,9%).
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), ya sea la Estadística del Padrón Continuo o bien el Censo anual de población, sitúan la cifra de los residentes extranjeros en Castilla y León en 184.135 en 2024 frente a los 144.110 registrados en 2021. El año pasado, aumentó un 9,6% pero el mayor incremento tuvo lugar en 2023, tras subir un 14,2%. Casi la mitad de esa población inmigrante reside en capitales de provincia (48,3%) aunque más de uno de cada cuatro extranjeros vive en el ámbito considerado ‘rural profundo’, en municipios de menos de 2.000 habitantes, al suponer el 27,6% del total.
En este sentido, el CES relaciona los “llamativos” aumentos de población extranjera en Castilla y León en términos porcentuales por el “creciente” asentamiento en entornos rurales y la importancia de la mano de obra extranjera en sectores como la agricultura. Además, precisa que son datos que hay que interpretar a sus “muy bajos” volúmenes de partida.
Castilla y León, pese a registrar el tercer mayor incremento porcentual de inmigrantes en los últimos tres años, acapara solo el 3% de la población nacida fuera de España, no necesariamente de nacionalidad extranjera, por los procesos de nacionalización. Es la séptima tasa más baja del país, por detrás de La Rioja y Extremadura (0,7%, en cada caso), Cantabria (0,8%), Asturias (1,2%), Navarra (1,4%) y Aragón (2,6%).
10% población activa
El informe del Consejo Económico y Social también menciona aspectos relacionados con el empleo de las personas migrantes y permite observar que las personas trabajadoras migrantes suponen el 10% del total de la población activa de Castilla y León, por debajo de la media española, del 15,9%.
En cuanto a la participación laboral de la población extranjera, el INE indica que entre 2006 y 2024 el 53% del aumento de los extranjeros ha pasado a formar parte de la población activa de la Comunidad. En concreto, el 59% en el caso de los hombres y el 47% en las mujeres. El dato de afiliación media anual en 2024 fue de 67.537 personas extranjeras afiliadas al régimen general en Castilla y León y 10.471 al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).
En cuanto al asentamiento de los extranjeros en el territorio de cada comunidad, Castilla y León también ocupa los últimos puestos, ya que solo el 12% del total de su población nació en otros países. Es el mismo porcentaje que en Galicia y solo superado por Extremadura, donde es apenas un 6%.
Por el contrario, Baleares constituye la región con mayor tasa de población extranjera en el ámbito autonómico (28%), con un modelo económico que está fuertemente vinculado al turismo y a la inmigración, donde coinciden trabajadores estacionales con otras de origen europeo y alto poder adquisitivo que han establecido su primera o segunda residencia en las islas.
Le siguen Madrid y Cataluña (25%), Valencia (24%) y Canarias (23%) y Murcia y Navarra (20%, cada una). Todas ellas están por encima de la media nacional, que se sitúa en el 19%.
De momento, según recogió Ical, ninguna provincia de la Comunidad supera ese porcentaje estatal, aunque Soria (17,9%) y Segovia (17,5%) están cerca. A continuación, aparece Burgos (14,6%) y, ya más alejadas, Ávila (12,9%), Valladolid (11%), Salamanca (10,6%), León (10,2%), Palencia (9,8%) y Zamora (8,3%). La provincia zamorana registra el séptimo porcentaje más bajo de España, solo superada por los datos de Córdoba (5,2%), Jaén (5,4%), Badajoz (5,6%), Cáceres (7%) y Sevilla y Cádiz (7,6%, en cada caso), que tienen una proporción muy inferior de población de origen extranjero.
Mejorar percepción
Añadió que, sin embargo, “la percepción pública sobre la inmigración ha empeorado, posiblemente por la concentración en algunos espacios y la insuficiente cooperación interadministrativa en la gestión de los flujos de inmigración irregular.”
En este sentido, Costas apostó por estas actuaciones necesarias para mantener “los impactos positivos y mejorar la percepción pública”: una mayor coordinación entre administraciones, y una mejor integración social de las mujeres migrantes y de la infancia y juventud, sea cual sea su nacionalidad de origen.
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