Fuego purificador para olvidar el fuego devastador. Una hoguera controlada donde dejar todo lo malo como el incendio que ha arrasado la Sierra de la Culebra. Fuego para olvidar dos años sin San Pedro a causa de una pandemia que ha cambiado la vida de todos los zamoranos que quieren mirar al futuro con todo el optimismo posible.
Fuego ancestral que se reproducía en tantos pueblos zamoranos donde las gentes se unían celebrando que el día era largo y la noche corta. Noche de meigas, de brujos, de sortilegios, de quema de los apuntes ya olvidados, de las malas notas, de los amores del pasado. Noche de dejar atrás todo lo malo.
Noche de Selvátika, de música, de diversión, de volver a la vida normal. Noche de reencuentros, de esos zamoranos que vuelven, que se ponen su camiseta, que se encuentran con sus amigos, todo entorno al fuego. Noche tan corta que a muchos se les hizo de día
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