Zamora se une a Beit Jala en la defensa de la paz y los derechos del pueblo palestino

Zamora se hermana este viernes con la ciudad palestina de Beit Jala

Un instante del acto
Un instante del acto | María Lorenzo

La ciudad de Zamora ha sellado este viernes un nuevo lazo de fraternidad al hermanarse con la ciudad palestina de Beit Jala, en un emotivo acto celebrado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. La ceremonia, cargada de simbolismo y de mensajes de paz, contó con la presencia de la ministra Sira Abed Rego y del alcalde de Beit Jala, Isaa Farah Issa Janieh, acompañados por una delegación oficial de la ciudad palestina.

El evento, presidido por la bandera palestina ondeando en el mástil de la Seña Bermeja, congregó a un numeroso público entre concejales, representantes institucionales y ciudadanos zamoranos que quisieron ser testigos de un acto histórico para la ciudad. El Salón de Plenos se llenó de aplausos, emoción y palabras de esperanza, en una jornada que buscó tender puentes más allá de fronteras y conflictos.

Durante su intervención, la ministra Sira Abed Rego subrayó el significado profundo de este gesto y la trascendencia de los compromisos que lo acompañan. “Hoy no solo estamos firmando un papel; este acto significa mucho más. Es una responsabilidad adquirida en defensa de los derechos humanos, de la paz y de quienes no pueden hacerlo”, expresó ante los asistentes, que siguieron sus palabras con respeto y atención.

El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, recordó la importancia de este hermanamiento como símbolo de reconocimiento y respeto entre pueblos. “Siempre vemos en la televisión imágenes de guerra y de bombas, y hoy tenemos aquí a un alcalde elegido democráticamente en Palestina. Este encuentro es una muestra de que España reconoce y apoya la existencia de un Estado palestino”, señaló con convicción.

Con emoción visible, el alcalde de Beit Jala, Isaa Farah Issa Janieh, quiso agradecer el gesto de la ciudad castellana y el apoyo mostrado por sus habitantes. “En nombre de la ciudad de Beit Jala, queremos dar las gracias al noble pueblo de Zamora, a sus autoridades y a todos los amigos de España que hoy están aquí”, manifestó con voz serena, subrayando la importancia de la solidaridad internacional y de los gestos que, aunque simbólicos, ayudan a tejer una red de apoyo y comprensión entre pueblos hermanos.

Tras la protocolaria firma del acuerdo de hermanamiento, se procedió al intercambio de obsequios entre ambas ciudades, gesto que selló de manera simbólica el compromiso mutuo. Las manos de los representantes se estrecharon, y en ese gesto se resumió la voluntad de cooperación, cultura y amistad entre Zamora y Beit Jala.

El concejal Diego Bernardo cerró el acto destacando la dimensión cultural y social del hermanamiento. “Se trata de un hermanamiento cultural, un intercambio que consideramos fundamental para que toda la sociedad zamorana descubra qué es realmente Palestina y para que ambas comunidades aprendan la una de la otra”, afirmó.

De este modo, Zamora y Beit Jala inician un camino común, un puente simbólico entre dos pueblos que comparten valores universales: la paz, la dignidad y la defensa de los derechos humanos. En tiempos convulsos, la ciudad del Duero vuelve a demostrar que la solidaridad no entiende de fronteras y que la empatía entre los pueblos sigue siendo la forma más poderosa de diplomacia.

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