La crisis sanitaria del COVID-19 se expandió por el mundo a gran velocidad, suponiendo el cambio de planes para millones de personas que se encontraban en uno u otro lugar de países muy diversos. La República de Irlanda, donde se encuentran un importante número de españoles por cuestiones laborales o académicas, ha sido uno de esos puntos en los que algunos ciudadanos españoles se han quedado 'colgados' al no poder regresar por diversos motivos.
Sin embargo, como un ángel caído del cielo apareció la zamorana Karmele Matellán. Originaria de Pobladura de Aliste y Las Torres de Aliste, se encuentra en el país irlandés desde hace varios años por cuestiones laborales y se ha convertido en las últimas semanas en un soplo de aire fresco para las ilusiones de muchos compatriotas que no sabían cómo regresar a sus casas desde la isla británica.
Matellán se puso manos a la obra y ha conseguido fletar un vuelo chárter de la compañía Open Leg que pondrá rumbo a Madrid el próximo viernes y en el que se encontrarán 204 españoles, 45 de ellos menores de edad. Karmele, delegada por Irlanda en el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, forma parte de un grupo de personas formado por ella misma, Maya, Daniel, Rosa y Darío que, de esta manera, ha repleto de esperanzas a otras que se quedaron atrapadas en la República de Irlanda pensando que las restricciones por el COVID-19 iban a durar menos tiempo o que perdieron el empleo a causa de la enfermedad, la cual les ha dejado sin capacidad de poder mantenerse en tierras irlandesas.
Un vuelo en el que irán casos tan dispares como el de una niña de 11 años o una madre que se encuentra separada de su bebé desde hace ocho semanas, cuando se lo llevaron los abuelos para pasar siete días con él hasta que la madre regresara a España en un vuelo que fue cancelado. Karmele, además destaca la dificultad para conseguir fletar el vuelo, puesto que "tienes que pagar 40.000 o 50.000 euros", un dinero de que "una persona tiene que hacerse cargo", algo que han logrado subsanar con la intervención de una empresa que se ha hecho cargo de la gestión.
Pese a sus diversas razones, todos ellos han encontrado en el grupo de esta mujer oriunda de Zamora una esperanza para regresar a España y pasar la crisis sanitaria más cerca de los suyos o, al menos, con mayor seguridad tras cancelarse sus estudios o perder sus empleos como au pair u hosteleros, uno de los sectores laborales más representativos de los españoles en la República de Irlanda. Y es que, pese a todas las dificultades, todos ellos podrán regresar a sus ciudades, ya que estos casos de desplazamientos sí están permitidos por el Gobierno, tal como señala Matellán, quien ha terminado siendo el ángel de la guarda para muchas de estas personas.
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