El 79% de las familias monoparentales asegura que no recibe ningún tipo de ayuda o apoyo para la crianza de sus hijos y práctivamente la totalidad de ellas lamenta la falta de sensibilidad de los organismos a la hora de tomar decisiones que afecten a su realidad familiar.
Estos son algunos de los datos que se desprenden del estudio 'FamilyLovers' de Chicco, que han sido publicados en el marco del mes de concienciación de la diversidad global con el objetivo de dar visibilidad a la diversidad familiar y a las diferentes maneras de criar a los hijos. El estudio fue realizado entre el 12 y 27 de abril con una muestra de 1.500 familias españolas, padres y madres de entre 25 y 50 años, con representatividad terriritorial.
Estos padres y madres consideran que el principal motivo por el que no reciben ayudas es la falta de concienciación de las instituciones, ya que el 94% asegura que los organismos no tienen en cuenta su realidad familiar a la hora de tomar decisiones. Además, el 54% cree que existe un gran desconocimiento sobre la diversidad familiar y que siempre es necesario un poco más.
Mientras que ocho de cada diez encuestados consideran que tienen las mismas facilidades para criar a sus hijos que el resto de las familias, el 71,2% de las madres y padres españoles de familias monoparentales afirma tener una mayor dificultad en la crianza de los hijos, frente al 28,8% que sostiene lo contrario. Esto se debe a que consideran que existen condicionantes que les afectan más que al resto, como el impacto económico (44,2%), y la renuncia al tiempo para sí mismos (42,3%).
Por todo esto, el 55,8% de las familias monoparentales ha manifestado que ha echado de menos más apoyo de las instituciones durante la crianza de sus hijos, y de las empresas para la conciliación (36,5%).
Respecto a los prejucios que sufren estos padres y madres a la hora de criar a sus hijos, el 44,2% de encuestados se ha sentido juzgado desde que se han convertido en madres y padres, principalmente por la forma en la que crían a sus hijos (56,5%), por el tiempo que pasan con ellos (43,5%), y por disfrutar de momentos de ocio o disfrute personal (30,4%). Además, el 26% admite haberse sentido juzgado por su estabilidad emocional.
A esto se le suma la presión a la que están sometidos para cambiar la manera de criar a los hijos (40,4%), que viene en mayor medida del entorno familiar (30,8%), seguido de lo que leen y ven habitualmente en medios o redes sociales (17,3%), y de otros padres y madres (11,5%) que consideran que la mejor manera de criar a los hijos, es la suya propia. Para el 92,3% de los encuestados, esta presión es mayor en las madres que en los padres.
Ante esta realidad, el 63,8% de las familias monoparentales señala que se debe respetar la manera de criar a los hijos por parte de los padres, y la necesidad de disfrutar de tiempo para sí mismos (48.9%).
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