La presidenta de Acceso Justo al Medicamento, Soledad Cabezón, ha lamentado que la reforma de la legislación farmacéutica europea representa "una oportunidad perdida" para alcanzar la equidad en el acceso a los fármacos en Europa.
"Pensábamos que era una gran oportunidad para un cambio necesario del modelo farmacéutico a nivel europeo, pero consideramos que se produce un retroceso en cuanto a equidad en el acceso a los medicamentos y hacia un nuevo modelo mucho más justo donde se prime la salud respecto al negocio", ha expresado la doctora este lunes en un desayuno informativo que ha tenido lugar en la sede de la Organización Médica Colegial.
Asimismo, Acceso Justo al Medicamento también critica que la nueva normativa deja de lado el desarrollo de una investigación pública y el establecimiento de criterios de retorno público a la explotación de datos, "que son propiedad de los sistemas sanitarios y que pueden y deberían destinarse a mantener la sostenibilidad del sistema en sí".
De hecho, lo que más censura esta asociación es que "el principal cambio" de la legislación europea es que considera al dato como "un producto más, sujeto a las normas del mercado". Por lo tanto, añaden, "priman los derechos económicos de las empresas respecto a la salud, obligando a los sistemas públicos a compartir estos datos con el consiguiente enriquecimiento de la industria farmacéutica".
Además, a su juicio, la normativa refuerza el sistema de propiedad intelectual y de incentivos, lo que derivará en un encarecimiento de los productos en su conjunto y, sobre todo, de los relacionados con las nuevas tecnologías, la genética y la biotecnología. También lamentan que se haya obviado el reglamento de medicamentos huérfanos, que era uno de los grandes objetivos a revisar, "pues se ha revisado incluso a la baja".
Otra de sus preocupaciones es la exención hospitalaria, un mecanismo por el que determinados hospitales reciben la autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para el desarrollo de terapias avanzadas, como las CAR-T. "En un primer momento, eso no estaba como un objetivo a revisar por la Comisión Europea, sin embargo, el Parlamento no solamente lo introduce como necesario en su revisión, sino que lo limita a situaciones excepcionales y de uso no rutinario", ha descrito Cabezón.
Precisamente, la definición de las situaciones excepcionales preocupa a la asociación "especialmente" porque se puede limitar "enormemente" el futuro del desarrollo de nuevas terapias desde las farmacias hospitalarias.
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