El calor extremo triplica el esfuerzo del corazón y puede provocar fallo cardíaco

Las altas temperaturas obligan al corazón a bombear hasta tres veces más para refrigerar el cuerpo, lo que puede derivar en insuficiencia cardiaca y deshidratación, especialmente en mayores y niños

15 ago 2025 - 07:02
Infarto. Enfermedad cardiovascular. Archivo.
Infarto. Enfermedad cardiovascular. Archivo.

El aumento de la temperatura ambiental provoca que el corazón bombee más sangre hacia la piel para favorecer la evaporación del sudor, un mecanismo de refrigeración natural que, según el doctor Antonio Álvarez-Vieitez, jefe de Cardiología del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, supone un sobreesfuerzo cardíaco de hasta el triple de lo habitual.

Cuando esta situación se prolonga, o si el paciente tiene un corazón debilitado, puede desencadenarse insuficiencia cardiaca con síntomas como fatiga, explica el especialista. Además, la reducción del flujo sanguíneo hacia el riñón provoca la contracción de sus arterias, dificultando la depuración de la sangre y favoreciendo la pérdida de sales y líquidos, lo que conduce a la deshidratación.

El cardiólogo advierte del riesgo de golpe de calor, frecuente en verano. Sus signos de alerta incluyen temperatura corporal cercana a los 40 grados, ahogo, mareo y ausencia de sudoración. Ante estos casos, recomienda acudir de inmediato a un centro médico, enfriar al paciente con duchas, paños fríos o baños, hidratarlo si es posible y, de no tolerar líquidos, administrarle sueros.

Las personas mayores de 70 años y los niños son especialmente vulnerables, ya que sus sistemas de termorregulación no son tan eficaces. En algunos casos, el exceso de calor puede originar una angina hemodinámica por el sobresfuerzo del corazón.

Otro efecto del calor es la vasodilatación periférica, que ralentiza la circulación y puede generar edemas en las piernas. Para prevenirlos, Álvarez-Vieitez recomienda no permanecer mucho tiempo de pie o sentado sin moverse, elevar las piernas y practicar ejercicio moderado. Mantenerse demasiado tiempo de pie puede provocar hipotensión, mareos o incluso síncopes por falta de riego cerebral.

El especialista añade que el calor puede ser beneficioso para los pacientes hipertensos, ya que les facilita controlar la tensión arterial, a diferencia del frío, que estrecha las arterias. Sin embargo, advierte de que quienes toman diuréticos deben extremar la precaución, porque son más propensos a la deshidratación en condiciones de altas temperaturas.

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