El cambio climático polar amenaza la salud global, según un estudio

El deshielo en el Ártico y la Antártida está aumentando riesgos para la salud global, desde enfermedades crónicas hasta problemas mentales, advirtieron científicos en un nuevo estudio internacional.

16 nov 2025 - 13:40
Cambio climático. OCU
Cambio climático. OCU

El calentamiento de las regiones polares de la Tierra está generando riesgos para la salud humana que van mucho más allá del Ártico y la Antártida, según advierte un estudio internacional publicado en Ambio: A Journal of Environment and Society.

Investigadores liderados por la profesora Gail Whiteman, de la Universidad de Exeter (Reino Unido), analizaron literatura científica de climatología, salud pública y otros campos, y concluyeron que los modelos actuales subestiman los impactos del deshielo, el aumento del nivel del mar y los cambios en los patrones climáticos sobre la salud global.

Según Netra Naik, autora principal del estudio e investigadora de Arctic Basecamp, “el cambio polar no es una crisis lejana. Sus efectos complejos afectan la seguridad alimentaria, la incidencia de enfermedades y la infraestructura sanitaria. No es solo un problema ambiental, sino una emergencia sanitaria mundial”.

Entre los principales riesgos identificados se encuentran:

  • Fenómenos extremos y salud mental: La alteración de corrientes oceánicas y atmosféricas incrementará lesiones graves, muertes y trastornos psicológicos.
  • Enfermedades crónicas y complicaciones del embarazo: La contaminación del agua y la mayor salinidad podrían aumentar la preeclampsia, la mortalidad infantil y ciertos tipos de cáncer.
  • Malnutrición y enfermedades relacionadas: Cambios en la agricultura y en los ecosistemas oceánicos afectan la disponibilidad de alimentos y elevan riesgos de enfermedades renales y cardiovasculares.
  • Expansión de enfermedades transmisibles: Patógenos y vectores como dengue, vibriosis o la enfermedad de Lyme podrían llegar a regiones que antes no se veían afectadas.

El estudio advierte además sobre riesgos locales en el Ártico, como la liberación de contaminantes antiguos o virus atrapados en el permafrost, que podrían tener consecuencias globales.

La profesora Whiteman hace un llamado a la acción: “Ignorar estos factores de enfermedad y muerte no es una opción. Es imprescindible una colaboración internacional entre climatólogos, profesionales de la salud y expertos en datos para prevenir daños y preparar nuestros sistemas para los desafíos que se avecinan”.

El trabajo forma parte de un proyecto conjunto de la Universidad de Exeter, Arctic Basecamp y el Foro Económico Mundial, enfocado en desarrollar nuevas herramientas para evaluar el impacto del cambio climático polar sobre la salud global.

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