La Navidad no es una buena noticia para nuestro organismo. Es lo que tiene una tradición que nos lleva, con facilidad, a cometer excesos a la hora de comer y beber. Las comilonas de estas fiestas nos pueden perjudicar en muchos sentidos. Lo saben, por ejemplo, las personas con acidez de estómago.
Dicen los datos, según informa el diario digital 20minutos, que uno de cada 10 adultos sufre acidez de estómago al menos una vez a la semana. La Navidad es para ellos todo un desafío. ¿Qué pautas pueden seguir para combatir la acidez de estómago ante las comilonas que aún nos quedan?
Para empezar, a la hora de vestirnos para nuestra cena o comida hay que evitar la ropa ajustada y los cinturones. De ese modo no presionaremos el estómago. En la mesa, relajados y a disfrutar. El estrés que se quede fuera.
Ya con la cuchara y el tenedor en mano, la temperatura importa. Debemos tomar los alimentos a temperatura intermedia, ni demasiado fríos ni demasiado calientes. Eso evitará que se irrite la pared del estómago. Y sin prisas: nos tomaremos tiempo en cada bocado y masticaremos bien la comida.
Hay que intentar disminuir la cantidad de comida en cada plato y evitar ciertos alimentos y bebidas que puedan provocar acidez:
Comidas fritas
Alimentos grasos (mantequilla, queso, embutidos, salsas y pasteles)
Comidas muy condimentadas con especias
Tomate
Cítricos (limones, naranjas y pomelos)
Chocolate
Alcohol
Café y té
Bebidas gaseosas o con cafeína, menta o cola
Acabada la comilona, nada de movimientos físicos intensos. Una conversación tranquila será lo mejor para digerir bien la comida.
Finalmente, el momento de dormir. Adelanta el horario de la cena o alarga la sobremesa después de la comida, pero procura no acostarte antes de 2 ó 3 horas después de comer. Al acostarte, eleva un poco las patas del cabecero de la cama: así ayudas a que el ácido permanezca en el estómago. Además, recostarse sobre el costado izquierdo facilitará el vaciado gástrico.
Un regalo que puede traer el control de la acidez
Pensar en la acidez de estómago en las fiestas navideñas puede ser una inversión en salud si aprovechamos para enfrentarnos al tabaco. Es un magnífico momento para intentar dejar de fumar. El tabaco debilita el esfínter que cierra la entrada al estómago.
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