Los establecimientos comerciales además debían cerrar a las 20.00 horas con la excepción de los restaurantes y solo para servir cenas, según las nuevas restricciones, que entraban en vigor a medianoche del lunes.
El primer ministro portugués, António Costa, comparecía para explicar las restricciones tras una reunión de cinco horas con los presidentes de las cinco autarquías (mancomunidades) de la región de Lisboa más afectadas: Amadora, Loures, Odivelas, Sintra y Lisboa.
Pero en las últimas horas la situación no se ha revertido y el Gobierno de Portugal ha anunciado este jueves que varias áreas de Lisboa serán confinadas de nuevo desde la semana que viene para frenar un rebrote de coronavirus.
La población de un total de 19 distritos de la Gran Lisboa tendrá que volver a encerrarse en sus casas y sólo podrá salir de sus hogares para comprar productos esenciales, como alimentos o medicinas, así como ir al trabajo. Las medidas no afectan al centro de la capital portuguesa.