Según los autores, los coronavirus recién descubiertos no están estrechamente relacionados con el síndrome respiratorio agudo severo (SARS CoV-1), el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS) o el SARS-CoV-2, este último causante de la enfermedad por coronavirus COVID-19.
Los hallazgos, publicados en 'Plos One', ayudarán a comprender la diversidad de los coronavirus en los murciélagos e informarán los esfuerzos globales para detectar, prevenir y responder a enfermedades infecciosas que pueden amenazar la salud pública, particularmente a la luz de la pandemia de COVID-19 en curso.
"Las pandemias virales nos recuerdan lo estrechamente que está conectada la salud humana con la salud de la vida silvestre y el medio ambiente", dijo en un comunicado Marc Valitutto, ex veterinario de vida silvestre del Programa de Salud Global del Smithsonian y autor principal del estudio. "En todo el mundo, los humanos interactúan con la vida silvestre con mayor frecuencia, por lo que cuanto más comprendamos acerca de estos virus en los animales, lo que les permite mutar y cómo se propagan a otras especies, mejor podremos reducir su potencial pandémico".
Los investigadores detectaron estos nuevos virus mientras realizaban la biovigilancia de animales y personas para comprender mejor las circunstancias del contagio de enfermedades como parte del proyecto PREDICT. Iniciativa financiada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), PREDICT apoya el descubrimiento global y la vigilancia de los patógenos que tienen el potencial de propagarse de los animales a los humanos. El equipo de PREDICT en Myanmar está formado por científicos del Smithsonian; la Universidad de California, Davis; Ministerio de Agricultura, Ganadería e Irrigación de Myanmar; Ministerio de Salud y Deportes de Myanmar; y el Ministerio de Recursos Naturales y Conservación del Medio Ambiente de Myanmar.
El equipo centró su investigación en sitios en Myanmar donde los humanos tienen más probabilidades de entrar en contacto cercano con la vida silvestre local debido a los cambios en el uso y desarrollo de la tierra. Desde mayo de 2016 hasta agosto de 2018, recolectaron más de 750 muestras de saliva y heces de murciélagos en estas áreas. Los expertos estiman que miles de coronavirus, muchos de los cuales aún no se han descubierto, están presentes en los murciélagos.
Los investigadores probaron y compararon las muestras con coronavirus conocidos e identificaron seis nuevos coronavirus por primera vez. El equipo también detectó un coronavirus que se había encontrado en otras partes del sudeste asiático, pero nunca antes en Birmania.
Los coronavirus han causado enfermedades generalizada en humanos, incluido el SARS CoV-1, MERS y, más recientemente, la pandemia mundial de COVID-19. Según los autores, los coronavirus recién descubiertos no están estrechamente relacionados con el SARS CoV-1, MERS o SARS-CoV-2. Se necesitan estudios futuros para evaluar su potencial de contagio a otras especies para comprender mejor los riesgos para la salud humana.
Los autores dicen que estos hallazgos subrayan la importancia de la vigilancia de las enfermedades zoonóticas a medida que ocurren en la vida silvestre. Los resultados guiarán la vigilancia futura de las poblaciones de murciélagos para detectar mejor las posibles amenazas virales para la salud pública.
"Muchos coronavirus pueden no representar un riesgo para las personas, pero cuando identificamos estas enfermedades desde el principio en los animales, en la fuente, tenemos una valiosa oportunidad para investigar la amenaza potencial", ha señalado Suzan Murray, directora del Programa de Salud Global del Smithsonian y coautor del estudio. "La vigilancia vigilante, la investigación y la educación son las mejores herramientas que tenemos para prevenir las pandemias antes de que ocurran".
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