¿Se van a prohibir las calderas de gas?

¿Has oído o visto titulares sobre que las calderas de gas van a estar prohibidas próximamente? Pues no es del todo cierto

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Revisión de una caldera OCU
Revisión de una caldera OCU

La confusión arranca de la publicación, en otoño pasado, de la nueva Directiva Europea de Eficiencia Energética que marca la hoja de ruta para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al menos en un 55% en 2030.

Su aprobación no ha estado exenta de polémica, y ha dado lugar a algunos titulares que habría que matizar: se ha hablado de la prohibición de las calderas de gas y apuesta de la Comisión Europea por la aerotermia. ¿Hasta qué punto es así? ¿Cuáles son las implicaciones que esta norma europea tendrá para los consumidores?

¿Qué dice la Directiva de Eficiencia Energética?

La Directiva de Eficiencia Energética (UE 2023/1791) forma parte del paquete ‘Fit for 55’ presentado por la Comisión Europea en julio de 2021. El objetivo es conseguir que los usos del suelo, los sistemas de transporte, la producción de energía y las políticas fiscales sean los más adecuados para que las emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) bajen un 55% para 2030 en comparación con los niveles de 1990.

La Directiva se basa en un principio general: “primero, la eficiencia energética”. Y lo aplica en todos los sectores, no solo en el sistema energético, sino a todos los niveles, incluido el financiero. Entró en vigor en octubre de 2023 y, a partir de ese momento, los Estados miembros de la UE, incluida España, tienen dos años para transponerla al Derecho nacional.

Reducir el consumo de energía un 11,7% en 2030 

Con todas las medidas adoptadas, hay que garantizar colectivamente una reducción del consumo de energía de al menos el 11,7 % en 2030, en comparación con las previsiones de 2020. El consumo de energía final de la Unión no debe superar los 763 Mtep (megatoneladas equivalentes de petróleo). Cada Estado miembro tiene que fijar cuál será su contribución orientativa a esa reducción del consumo. Y para lograrlo tienen que actuar en varios frentes:

  • actualizar sus planes nacionales integrados de energía y clima en los que se recogerán sus contribuciones de consumo de energía primaria en 2030;
  • acometer la mejora energética en el 3% de los edificios públicos cada año;
  • cambiar sus políticas de importación y exportación de energía;
  • evolucionar las fuentes de energía que utilizan para producir electricidad e introducir nuevos combustibles sostenibles;
  • seguir avanzando en el despliegue de energías renovables, la energía nuclear, la captura y el almacenamiento de carbono, etc.;
  • priorizar que las mejoras de la eficiencia energética combatan la pobreza energética de los ciudadanos;
  • promover planes locales de calefacción y refrigeración en municipios más grandes;
  • incrementar progresivamente el consumo energético eficiente al producir calor o frío, también en las viviendas.

Y es en este último punto, bastante controvertido, donde la Directiva tiene algo que ver con la caldera de gas que tienes en casa.

No prohíbe las calderas, pero sí subvencionarlas

En la norma se establece que los Estados miembros deben gastar el dinero público únicamente en tecnologías sostenibles y orientadas a eliminar progresivamente los combustibles fósiles, lo cual afecta a los famosos "Planes Renove" de calderas y a cualquier ayuda o subvención para instalarlas. Esto no significa que las calderas se prohíban, pero sí desaparecerán los incentivos públicos para ponerlas.

Es verdad que otra norma de nombre parecido, la Directiva sobre Eficiencia de edificios que aún no se ha aprobado y que puede sufrir modificaciones, prevé que no se puedan instalar calefacciones que usen combustibles fósiles en ningún edificio nuevo. Y no se podrían poner tampoco cuando se haga una gran reforma o se renueve el sistema de calefacción en un inmueble ya existente. De esta manera, a medida que se vayan renovando los edificios y las calefacciones, el uso de combustibles fósiles se eliminaría paulatinamente a más tardar en 2035 (si no es viable, se puede pedir una moratoria hasta 2040). Pero, como te decíamos, este texto todavía no se ha votado y aún se pueden proponer modificaciones.

Respecto a la aerotermia, la Directiva reconoce que las bombas de calor son importantes para la descarbonización del suministro de calefacción y refrigeración. Asume que toda la electricidad que utilizan las bombas de calor y el calor o frío que con ella producen cuente como energía renovable. Pero esto no implica que la UE deje fuera otras medidas de eficiencia u otras energías renovables como la biomasa.

¿Vas a cambiar tu calefacción?

Si estás pensando en cambiar tu sistema de calefacción, conviene que conozcas toda esta normativa y los incentivos fiscales a los que puedes optar y que elijas un aparato de buena calidad.

Deducciones fiscales para rehabilitar la vivienda habitual

Además, el Gobierno acaba de ampliar el plazo a finales de 2024 para beneficiarse de las deducciones fiscales por obras de mejora de la eficiencia energética:

  • Los propietarios pueden desgravar el 20 % de la inversión realizada en la rehabilitación si las obras disminuyen en un 7 % el gasto de energía para calefacción y refrigeración.
  • La deducción será del 40 % si se  reduce el consumo de energía el 30 % o se logra una etiqueta energética A o B.
  • Si se rehabilita todo el edificio, la deducción puede llegar hasta el 60 %.

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