Desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) han mostrado su desacuerdo con la nueva guía que autoriza "el uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica" por parte de la Enfermería publicada por el Ministerio de Sanidad porque "habilitan a Enfermería para que diagnostique y autorice la dispensa de medicamentos sin ser médicos".
"En apoyo de esta estrategia, sus partidarios han elaborado un argumentario que replican en artículos, declaraciones y redes sociales, pero ni una sola de las tesis que lo componen resiste un análisis riguroso", ha señalado CESM en un comunicado, apuntando que se trata de un decálogo "engañoso".
Así, desde CESM han analizado todos los puntos del decálogo señalando que, en primer lugar, "es falso" que estas guías den soporte legal a una práctica que ya existe ya que actualmente Enfermería administra medicamentos "bajo prescripción y supervisión médica" y "estas guías autorizan a Enfermería a diagnosticar y tratar a los pacientes sin supervisión médica".
"Estas guías se basan en protocolos que especifican el papel de Enfermería y los límites de su actuación: pero un análisis detenido de estos protocolos nos muestra que la mayoría de ellos incluyen actos genuinamente médicos tales como la anamnesis, la exploración o la valoración clínica de los pacientes. Ninguno de estos puede ser realizado con seguridad y garantías por un profesional no médico", han advertido.
El decálogo también indica que Enfermería "solo actuaría de forma autónoma en los supuestos menos graves, derivando al médico los más graves", pero CESM ha añadido que "valorar la gravedad de un proceso médico es en sí mismo un acto médico". "Una sensación de ahogo puede ser síntoma de una crisis de ansiedad pasajera o de un grave problema cardiaco. Decidir qué se considera grave o no constituye un diagnóstico médico", han declarado.
Así, aunque asumen que los enfermeros son profesionales con un alto nivel de conocimientos, capacidades y ética, con autonomía y responsabilidad, los sindicatos médicos han querido recalcar que los enfermeros "no son médicos ni tienen formación que les habilite para diagnosticar enfermedades ni pautar tratamientos".
En el documento también se indica que "los enfermeros no aspiran a ser médicos", pero "lo cierto es que altos responsables de Enfermería han reivindicado su derecho a prescribir medicamentos al mismo nivel que otras profesiones y han resaltado su capacidad de diagnosticar, tratar y atender de manera finalista algunos procesos a través del diagnóstico enfermero y su juicio clínico", han apuntado desde el sindicato.
Los enfermeros también reivindican que el Grado de Enfermería incluye estudios de farmacología, "lo que los habilita para el uso de fármacos", pero CESM ha indicado que, "para valorar la clínica de los pacientes, diagnosticarlos y prescribir tratamientos de forma autónoma no basta con estudiar farmacología: hay que tener la formación propia del médico".
Por todo ello, los Sindicatos Médicos sostienen que: atribuir competencias médicas a Enfermería "no contribuirá a mejorar la calidad el sistema sanitario y supondrá un riesgo para la seguridad de los pacientes"; la sustitución de médicos por personal de Enfermería "busca reducir costes de personal y paliar la relativa escasez de médicos en la sanidad pública, pero solo conseguirá incrementar su salida hacia la sanidad privada".
"Médicos y enfermeros siempre hemos trabajados unidos, en un ambiente de respeto mutuo y compañerismo, con el objetivo común de ofrecer a nuestros pacientes la mejor atención sanitaria posible. Quienes se empeñan en cuestionar las competencias propias de cada profesión serán los únicos responsables del deterioro que esta disparatada estrategia causará al sistema sanitario público y del daño y desprestigio que ocasionará a sus profesionales", han concluido.
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